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20100109

El día que dijimos adiós


En mi sueño, uno que había ido acuñando semanas atrás y que cada día era más intenso, abordaba ese avión una tarde clara y llena de sol. Desde mi ventanilla podía ver alejarse la ciudad que tanto quise, la que tantos años recorrí, padecí, goce. A mi ciudad. Nos despedíamos lenta, cálida y definitivamente hasta que terminaba cada cual siendo apenas un punto disolviéndose en la lejanía.

Lo que en realidad pasó fue que salí en silencio una sorda mañana de invierno y, desde mi asiento de pasillo, apenas pude ver un cúmulo difuso de opacos edificios que no reconocí. Un desdeñoso Distrito Federal me dio la espalda mientras el vuelo se alejaba. Cuando el avión recuperó la horizontal quedaron en el cristal, apelmazados, despojos de la capa gris de nubes que coronaban las sienes de una ciudad que había empezado a olvidarse de mi semanas atrás.


El cambio de fecha al 8 de enero del 2005 figura en un papel engrapado al reverso.

Con los años, tanto ella como yo hemos aceptado que ni ella ni yo nos fuimos ni del todo, ni para siempre.


(Nota: Este post es una muestra de como me hago tremendas bolas con las fechas y como soy incapaz de ubicar correctamente en el tiempo sucesos pasados: El boleto no es del 8 de enero del 2005, sino del 8 de enero del 2006, y no llevo 5, sino solo 4 años aqui. Trying se acaba de dar cuenta y por ello esta nota. Quise dejar el texto tal y como lo escribi para que quien no sepa, me vaya conociendo.)

20091229

Prefiero 3 bites que un giga

Fue difícil, pero el técnico que envió la compañía telefónica nos trajo del vuelta al ciberespacio. Su evaluación fue que nuestro enredijo alambres es viejo y necesitaba una cajita mágica que conectó en algún lugar del cableado y ¡voila! de nuevo colgados del satélite. Parece que los chicos que estaban moviendo cables el miércoles pasado estaban en realidad instalando fibra óptica. Según la opinión del técnico pronto la transmisión de datos hacia la red vía cobre será obsoleta aquí y tarde que temprano tendremos que optar por una conexión mediante esta fibra óptica, que no son sino filamentos de cristal que transmiten datos convertidos en rayos de luz. Quizá para gente mas versada en las maravillas de la tecnología esto suene perfectamente normal, pero para alguien que como yo todavía no acababa de comprender como hacían para transformar mis salvajes teclazos en ondas eléctricas para enviarlas por un hilo de cobre, hablar de convertirlas en luz suena a brujería. Yo todavía padecí el internet con conexión Dial-up que bloqueaba el teléfono y corría a velocidades de 56 kilobites por segundo, - eso si bien nos iba-. Trying y yo nos conocimos en un chat, y no se como hicimos para comunicarnos durante cinco años a esas velocidades sin dormirnos esperando a que el otro respondiera. Pronto, según nos contó el técnico, podremos navegar a velocidades superiores a los 50 megabites por segundo. Si Trying y yo hubiésemos navegado en aquel entonces con esa rapidez, en vez de pasar noches intentando distinguir nuestros renglones entre decenas de usuarios de una sala y esperarnos mutuamente cada que la conexión se caía; nos habríamos comunicado mediante una videoconferencia, escuchado música y visto películas juntos a pesar de la distancia. Por supuesto, gustándonos como nos gusta este asunto de internet, imaginar lo que habríamos podido hacer con ese torrente de bites es impresionante, pero por asombroso que sea, ni 50 megas o ni siquiera 1 giga por segundo podrían compararse a la velocidad de conexión que establecemos al extender la mano y descubrir que el otro esta ahí junto, sin necesidad de módem ni fibra óptica, incluso cuando vamos despertando y el cerebro nos funciona a 3 bites por minuto -eso si bien nos va-.

Tuvo su lado dulce esta temporal desconexión.


Dijo Trying: “Si, si si, fue muy romántico, pero ay como extrañaba yo estas lucecitas...”

20091101

Doña Maria

Para hacerle una ofrenda, no conseguimos papel de colores, ni pan de muerto, calaveras de azúcar, ni el brandy que le gustaba, tampoco sus cigarros; pero le compramos flores y pusimos una veladora para que, si decidiera venir a visitarnos, sepa que nos acordamos de ella.

Doña Maria, la abuela de Trying, fotografiada siendo muy joven junto con tres de sus hijos.

20091001

2 de Octubre


"...Quizá la vision mas sobrecogedora fue la de numerosos zapatos ensangrentados que se desparramaban en el área, como mudos testigos de la desaparición de sus dueños"

Luis Miguel Macias "Mitin Trágico" Diario de la Tarde. 5 de octubre de 1968
Extraido del libro "La Noche de Tlatelolco" de Elena Poniatowska

El enemigo cambia de nombres y colores, pero sigue ahí y sus intenciones son las mismas.

2 de Octubre No se Olvida

20090913

El que se ha quemado con leche, al ver una vaca llora.

“Te atrae el tema de los incendios, ¿Verdad?” Me pregunto mi pareja después de leer la entrada que precede a esta. “Si. Creo que es porque me dan miedo” Respondí.

Y si, me asustan.

Cuando éramos niños, una fabrica de colchones que había cerca de donde vivíamos se incendiaba una vez al año. No sé si en realidad era una vez al año o yo en mi mente infantil he deformado la verdad, pero así lo recuerdo. El incendio era un espectáculo. Siempre de noche, todo el vecindario salía a ver las llamas. Parados en la acera, observábamos desde lejos y yo me quedaba escuchando los comentarios de los adultos, asustados, porque decían que junto estaba una fabrica de productos químicos y que si el fuego se extendía podía estallar “Nos van a evacuar!, Nos van a evacuar!” Pasaba gritando algún vecino de las calles más cercanas al siniestro. Nunca nos evacuaron y nunca mi padre se vio en la necesidad de cumplir su promesa de “llenar el auto de niños, ropa y latas de comida para irnos a acampar a ver a donde”.

La tercera vez que la fabrica se incendio ya casi nadie se asustó, se estaba conviertiendo en una tradicion. Esa vez hasta nos permitieron a todos los chiquillos de la cuadra ir a curiosear a no mucha distancia: Inmensas lenguas de fuego, mas altas que los árboles del camellón teñían el cielo nocturno de rojo mientras los bomberos vaciaban sus mangueras sobre ellas. Lo mas impresionante era el calor, sofocate a pesar de que permaneciamos detrás de la barrera de seguridad que colocaron los bomberos. Regresamos a casa emocionados a contar todas las mentiras y rumores que escuchamos de los mirones: Que ya se había muerto un bombero, que el fuego había sido provocado para cobrar el seguro, que –nuevamente- estaban pensando evacuarnos. Encendimos la TV y pasamos el resto de la noche asomándonos de cuando en cuando para ver si ya lo habían apagado. Eran otros tiempos: En los noticieros solo había una mínima mención del asunto al otro día; nadie enviaba helicópteros, ni transmitían en vivo, ni a nadie le interesaba lo que ocurría a kilómetros del centro en una colonia perdida en medio de la zona industrial y menos si no había muertos –eso no ha cambiado mucho: La muerte vende-

A veces, durante la semana, peinaban la zona un grupo sujetos que, a grito pelón, vendían periodiquitos sensacionalistas: “Lea la notiiiiiiiicia del incendio de ayeeeeeeeer.... veeeeeea las impresionantes fotoooooooooos”

Siempre me quede con ganas de comprar uno de esos periodiquitos...

Pero un año la fabrica ya no se incendio, y después paso otro y otro mas y para el cuarto ya todos habíamos olvidado.

Hasta una mañana de 1984 en nos preparábamos para ir a la escuela y de pronto se cimbraron los cristales de todas las ventanas. Después de un breve silencio alguien pregunto ¿Qué fue eso? Pero como no hubo respuesta terminamos de alistarnos y salimos. Apenas empezaba a clarear esa mañana de invierno, así que fue notorio el resplandor detrás del cerro, aunque no paso de ser la cosa curiosa para comentar al inicio del clases. Como dije, eran otros tiempos, antes de internet, antes de los celulares y, por supuesto, de los mensajes de texto. Para enterarse de lo que ocurría debimos esperar a regresar a casa para escuchar el noticiero de la tarde. Y las imágenes en TV fueron dantescas: Habían explotado enormes tanques de gas en instalaciones de Petróleos Mexicanos, en San Juan Ixhuatepec, a varios kilómetros de distancia, calcinando a por lo menos 600 personas.

Fragmento de “Entrada Libre: Crónicas de la sociedad que se organiza” “San Juanico: Los hechos, las impresiones, las mitologías” de Carlos Monsivais, 1987


Durante esos días todos vimos y escuchamos muchísimos horrores. Yo recuerdo una relato en particular, la historia de un rescatista que entre muchas cosas, mencionaba haber encontrado una familia completa, calcinada, abrazándose en lo que fuera su vivienda. Cuando escuche esto lo primero que me vino a la memoria fueron las buenas intenciones de mi padre que creia podernos sacar a tiempo de una situacion riesgosa.


Foto de un diario de la época: según cuenta quien la digitalizó junto con otras fotografías, mucho mas crudas, la historia es que a esta pequeña la encontraron entre los despojos de una panadería, La niña presentaba heridas y quemaduras que a la postre derivaron en la amputación de una de sus orejas. Cuando la hallaron estaba sola y sostenía en una mano su biberón y en la otra una “concha” de vainilla. Fue imposible localizar a sus padres y ningun otro familiar acudio a reclamarla. Se dice que fue adoptada por una enfermera del hospital a donde se le atendió. La información parece verídica. Esta grafica probablemente fue publicada por el extinto diario mexicano “Novedades”.

Yo no sé si los humanos somos tontos, o demasiado inocentes o ciegos e ignoramos el peligro hasta que algo malo ocurre. Cuando los incendios de la fabriquita, nos acercábamos sin meditar las consecuencias, creyendo, como dije, que en caso de peligro tendríamos tiempo de huir llevando hasta comida y ropa. La gente que vive en las zonas altas del sur de California compra sus viviendas a precios imposibles con tal de asilarse del resto de la cuidad y a cambio de una vista impresionante, están dispuestos a correr el riesgo de perderlo todo en una de estas desgracias.

Nadie escarmienta en cabeza ajena, dicen.

Yo vivía relativamente lejos de la zona de las explosiones en “San Juanico” Y lo único que vi de la tragedia me llegó mediante la televisión, pero con eso tuve. A veces pasan cosas que me lo recuerdan, como cuando antier el transbordador Discovery entró de regreso a la atmósfera produciendo un estallido que hizo vibrar las ventanas de la casa, de forma muy similar a como ocurrió ese 19 de noviembre de hace 25 años.

Ya había escrito
algo semejante el año pasado y lo hice por la misma razon. No puedo evitar que algunos temas sean recurrentes, no puedo evitar volver a caminar los mismos caminos. Creo que es así es como funciona la memoria.

Si un día me quieren hacer pasar un mal rato, hagan que todas las ventanas de la casa vibren sin causa aparente. No falla.

20090726

Vintage






Monitor monocromo, Disco duro de 20 MB, 512 KB de ram, floppy para discos de 5 ¼ y sistema operativo MS DOS. Un sueño inalcanzable.




20090214

La Coronela

Pinta encontrada en una pared en Cuernavaca, Estado de Morelos, México. Hace referencia a La Coronela, revolucionaria de nombre Rosa Bobadilla Albarrán, quien peleó, comandando a 200 hombres, al lado de Emiliano Zapata.

La foto es del 2000 y como no es digital no se ve muy bien. El letrero dice:

"La Coronela sigue viva y en pie de lucha asi que a políticos que la traicionen a ella y Zapata, vendrá a jalarles las patas.

Las Coronelas Modernas"

20081214

Adiós al Toreo.


Sobre Periférico Norte, justo donde limitan el Municipio de Naucalpan, en el Estado de México, y el Distrito Federal se erigía el Toreo de Cuatro Caminos, una inmensa media esfera de 60 metros de altura construida originalmente como plaza de toros y usada para una multitud de eventos. Ahora esta siendo demolido para dar paso a un centro comercial.

Toreo visto desde el DF. Foto: El Universal.

Para quienes vivimos en la zona conurbada del Estado de México o la parte norte del DF, la vista de El Toreo era algo peculiar y hasta emblemático. Quien no esté familiarizado con esta zona del país quizá al ver la foto piense: “Yo solo veo una bolota horrible con un anuncio de Coca cola” A ellos debo decirles que eso era precisamente El Toreo: espantosa bolota metálica a la que regularmente afeaban mas plantándole gigantescos anuncios de refrescos, marcas de electrónicos, y hasta de partidos políticos. Aquí hay una foto de cómo lucia cuando a los propietarios no les era posible vender el espacio del domo para publicidad:

Igual de horrible, pero en blanco. Foto del foro : Adios al Toreo de Cuatro Caminos en skycrapercity.com. Posteada por Omniorg


El Toreo era tan feo que es empresa harto complicada encontrar fotografías que lo hagan parecer un monumento o al menos una construcción digna de contemplación. Tal vez ello se debe a que, aunque fue inaugurado en 1947, el Toreo nunca se terminó de construir. Ignoro cual fue la idea original de su arquitecto (quiero suponer que un arquitecto lo planeo), pero el caso es que durante décadas, en vez de una bolota blanca o con publicidad, lo que veíamos quienes transitábamos Periférico Norte, era esto:

Autor desconocido. Foto tomada del foro : Adios al Toreo de Cuatro Caminos en skycrapercity.com. Posteada por Omniorg



Antes que en 1994 alguien se decidiera a cubrirlo con lámina, el toreo no era sino una aparatosa red de vigas metálicas. Los casi 50 años que permaneció de esta manera hicieron que nos acostumbráramos a este inconcluso esperpento; tan es así que cuando en 1984 se inauguro el tramo de la línea 2 del Metro de la Ciudad de México, que corre de Tacuba a 4 Caminos, se eligió esta imagen como logo de la estación:



¿Era El Toreo la oficialización del ahí-se-va? ¿Un inconsciente reflejo de esa característica tan mexicana de dejar las cosas a medias? ¿Otra de las tantas pifias de la administración de una ciudad que ha crecido salvaje e irreflexivamente, incapaz de empatar la planeación con el aumento poblacional? ¿Pensaría el Gobierno capitalino que estábamos frente a una especie de Torre Eifel esférica? ¿O simplemente nadie se dio cuenta cuando diseñaron este logo que a ese edificio le faltaba techo?

El caso es que El Toreo recortaba su tosca silueta en el paisaje urbano a donde se hizo de un lugar a fuerza de sus mas de 60 años de existencia. Jamás escuche ni leí a nadie hablar sobre la belleza, notoriedad o la importancia de El Toreo, nunca figuró en ninguna guía turística, ni en los sitios de interés de las paginas web de las ciudades que lo compartían, pero ahora que esta siendo demolido, mucha gente lamenta su perdida y ha pasado a ser tema en los diarios.

Estado actual de El Toreo. Foto: El Universal


Aun siendo feo y jorobado, El Toreo era uno de los hijos de esta urbe y como tal se le quería aunque solo se le aprecie ahora que se esfuma. No sé que destino tendrá el centro comercial con el que se planea substituirlo, quizás la fortuna le sonría o pase a formar parte de la larga lista de fracasos comerciales que hemos padecido. Lo cierto es que tengo la esperanza de que los constructores del nuevo lugar tengan el tino de dejar a incompleto algún detalle o acierten a darle al substituto algún rasgo del horroroso perfil de su antecesor para que nos se nos olvide.

¿Después de todo, quien dijo que a la Ciudad de México se le quiere por bonita?

20081201

Explosión


Ayer, poco antes de la 1:30 PM en el Sur de California (3:30 PM en México) escuchamos un par de estallidos muy fuertes que nos alarmaron. Mas que una explosión, yo escuche como si algo en el departamento contiguo se hubiera caído y golpeado el suelo muy fuertemente, tanto que el piso y las paredes retumbaron. Salí al balcón y no vi nada fuera de lo común, asi que abrí la puerta. Mi sorpresa fue que otras personas estaban en la calle volteando hacia todos lados, buscando como yo la fuente del sonido. La verdad me asuste un poco, de inmediato vinieron a mi memoria las explosiones en la planta de PEMEX en San Juan Ixhuatepec, Estado de México en 1984, tragedia en la que murieron calcinadas al menos 600 personas: exactamente así vibraron las ventanas y los muros aquella mañana, a pesar de que estábamos a unos 15 kilómetros de distancia del lugar.



Huellas de pies dejadas en la banqueta por algunas de las victimas de la tragedia de San Juan Ixhuatepec mientras, malheridos, intentaban huir de la zona del siniestro. (crestomatia Imevision)

Pero la tarde soleada de ayer no brindaba indicios de algún desastre, así que tras conversar un poco con un par de personas, todos regresamos a nuestras casas sin saber lo que había ocurrido.

Hoy me entere que lo que escuchamos fue al Transbordador Endeavour rompiendo la barrera del sonido a su entrada a la atmósfera terrestre. El mal clima en Florida obligo a hacer descender el Transbordador en California, en una base aérea militar cerca de la cuidad de Mojave, a unos 200 kilómetros de distancia.




Foto: Ventura County Star.


He de ser muy ignorante, yo no sabia que al entrar a la tierra estos aparatos provocaban tal estruendo; será porque en el área conurbada del DF, el vehículo más estruendoso que se puede escuchar es el motor de algún chimeco cuyo simpático conductor gusta de viajar con el escape abierto.





Por si alguien no tuviera el gusto, incluyo imagen de chimeco de la zona de Ecatepec. Son aparato con tecnologia muy similar a la de un transbordador,

Como dije, el sonido fue alarmante y solo me removio malos recuerdos. Es bueno saber que no hubo nada que lamentar y, sobre todo, que no es aquí donde aterrizan regularmente estos aparatos.

20081111

"Enciclopedia Salvat de La Fauna" ó "Con Africa en el corazon" ó "La razon de malgastar tantos bits subiendo fotos"

Cuando éramos niños, antes que supiéramos de la existencia de internet, mi padre se preocupaba por que tuviéramos en casa material de consulta para las tareas de la escuela. Compró un Gran Diccionario Ilustrado, un Atlas, algunas enciclopedias y colecciones de libros de varios temas, de modo que si nos dejaban alguna tarea, pudiéramos conseguir información sin tener que buscar en una biblioteca que, dicho sea de paso, quedaba a kilómetros de ahí. Una de las series de libros que mi padre compro fue la Enciclopedia Salvat de la Fauna; cada quince días, salía a la venta un tomo que comprábamos cuando íbamos al supermercado a surtir la despensa. Por alguna razón, el tomo nuevo siempre costaba un poco mas que el anterior, así que suspendimos la colección al llegar al tomo 7 (supongo que mi padre verdaderamente hacia un esfuerzo por comprar los libros) y jamás la completamos

Yo me perdía en esos libros.

Fue leyendo la Enciclopedia Salvat de la Fauna que me di cuenta de lo mucho que me gustaban los animales. Fue leyéndola que un día decidí que estudiaría veterinaria y que un día viajaría a África para ver todas las criaturas que pude conocer en foto. Fue con esa Enciclopedia que aprendí que me gustaba leer.

Es curiosa la manera en la que la vida nos empuja o nos arrastra o nos seduce para andar o desandar ciertos caminos, volviendo realidad o sueño lo que un día pensamos que iba a ser:

Los animales me siguen gustando.
No estudie veterinaria.
No he ido a África, pero el sueño sigue vivo y bien.

Sobre el asunto de leer... La Enciclopedia de la Fauna era profusa en imágenes, pero los textos eran largos y difíciles para mí teniendo 8 años, así que en vez de leer todo el capitulo, me conformaba con las ilustraciones y los pies de foto:







El leopardo es el más terrible enemigo de los papiones. Y si es cierto que rara vez osa este félido enfrentarse en pleno día con un macho adulto o con una horda alertada, da caza regularmente a los jóvenes, subadultos o pequeños que consigue sorprender más o menos aislados. En estas sobrecogedoras fotografías se pone claramente de manifiesto la terrible y perfecta técnica empleada por el gran gato manchado para matar al papión sin sufrir el impacto de sus dientes o de sus uñas.


Si, descubrí que me gustaba leer, pero descubrí también disfrutaba mucho mas los libros con imágenes.

Yo sé que si quien lo escribe tiene el arte suficiente para conseguir con su narrativa dibujar en nuestra mente lo que nos cuenta, los libros no necesitan imágenes. Pero yo no tengo el arte suficiente, o quizá acostumbre a mi cerebro a holgazanear, o quizá ocurren ambas cosas y, además, creyendo el león que todos son de su condición, pienso que quien lee necesita también de muletas gráficas para sentirse a gusto. Por eso decidí incluir en este blog al menos una imagen por entrada.

Además, pensando en que aquí llevare de algún modo la cuenta de los pasos que di o que vaya dando, supongo que en su momento se hará patente el instante preciso en que la vida me empuje o me arrastre o me seduzca a tomar cierto camino que, pudiera ser, no coincida con el que imagino hoy. Y si eso pasa, quiero que de ese momento quede aquí evidencia no solo verbal, sino también visual.

Así, si algún día la vida, haciéndome seguir el sonido de su flauta encantadora, me llevase de verdad al negro continente, tendré pretexto para llenar de fotos este sitio, para convertir el blog en los tomos 8 al 12 que jamás pude leer.

20081030

La Linterna -continuacion-

Apaseo visto desde la ladera de "Los Ates" Foto tomada de Maxrober's photostream en Flickr

Esta es la segunda parte de la leyenda de “La Linterna”, para esta parte no proporciono ni nombres ni fechas, pues los desconozco. Conocí de vista al padre Joaquín Soto de quien se hace referencia, pero ignoro la veracidad de lo contado o si lo que se le atribuye a él en esta historia es correcto. Me disculpo si alguien que leyera y conociese la historia encontrase alguna imprecisión en lo contado aqui. Hago esta relacion con la unica intencion de que quede memoria de una historia que en su momento me fascino y aun lo hace.



Lo que se empezó a contar la mañana de aquel viernes fue lo que se dice que el sacerdote del pueblo vio la noche del día anterior. El padre Soto nunca hizo comentarios al respecto, parte de la historia fue contada por lo que oyeron quienes encontraron al padre sin sentido en la calle esa noche y no me consta que esta haya sido cierta.

La noche del jueves, poco antes de las nueve, el padre recibió noticias de que había en las afueras del pueblo un feligrés con necesidad de recibir la extremaunción pues se hallaba muy enfermo y temian muriese pronto. El sacerdote se preparo y salió en cuanto le fue posible a brindarle sus servicios al enfermo, para cuando salió de la iglesia, el sacristán ya había comenzado a dar el toque de animas, las nueve campanadas transcurrieron lentamente mientras el, a pie, cruzaba la plaza y se internaba calles abajo, encendiendo la linterna a baterías que llevaba consigo para alumbrarse el camino. Para llegar al domicilio del enfermo, el padre debía pasar junto a la Capilla del Señor de la Piedad, un pequeño recinto construido en el sitio donde anteriormente hubo una ermita y a donde en semana santa, los peregrinos cumplen mandas para expiar sus pecados o agradecer favores recibidos.

Capilla del Señor de la Piedad, ubicada en la esquina de Narciso Mendoza esquina 3 Guerras, Apaseo el Alto, Guanajuato, Mexico.

Al aproximarse a este lugar el padre, dicen, vio aproximarse cuesta arriba, de entre las ensombrecidas calles una figura blanca que juzgo femenina, sosteniendo una lámpara frente a si. La mujer dio vuelta al llegar a la esquina de la Capilla y se le perdió de vista. El padre Soto siguió caminando, intrigado por lo que una mujer sola en esa obscuridad hacia en la calle, al llegar al cruce donde se encuentra el santuario, pudo ver a la mujer arrodillada en actitud de rezo frente a la reja que delimita la entrada al santuario. El padre sintió compasión por la infortunada mujer, que debía albergar una pena muy grande en su alma para aventurarse a salir a esas horas a rezar en tal obscuridad y decidió acercarse. Se detuvo detrás de ella y pregunto “Hija, que estas haciendo a estas horas aquí sola?”. La mujer se levanto y lentamente dio la vuelta y, cuentan, que lo que que el padre Soto alcanzó a ver fue un esqueleto enfundado en un túnica de gasa blanca y que en el pecho, entre las costillas, donde alguna vez debió estar un corazón, brillaba una luz intensa de color blanco-verdoso. El padre no supo a donde fue la mujer o que ocurrió con ella después de su encuentro, porque tras verla, cayo desvanecido y no volvió en si hasta que familiares del enfermo al que habia salido a ver lo despertaron cuando se dirigian a buscarlo preocupados por su tardanza.

Como dije, no me consta que lo que la gente dijo que le ocurrió al padre Soto fuese cierto, ni que fuese en realidad un alma en pena lo que emitía la luz que todos conocimos como La Linterna, pero si me consta que la luz aparecía sobre el cerro de los Ates con la primera campanada del toque de animas y que desaparecía al sonar la ultima tras haber recorrido el borde completo del cerro. La Linterna dejo de aparecer una noche tan misteriosamente como había empezado a aparecer y nunca se supo con certeza ni que la producia, ni que fue lo que ocurrió con ella.

20081029

La Linterna

Esta historia nos la contó mi padre una noche cuando yo tenia 8 años, después de haberle insistido todos durante semanas –por alguna razón ninguno de quienes la conocían nos la quiso contar antes-. La historia me impresiono, porque fuimos muchas veces de visita al pueblo donde él nació, pueblo que me encantaba y al que espero regresar algún día, y porque la casa donde nos quedábamos, hermosa de día pero tenebrosa y obscura por las noches, no hacia sino alimentar mi creencia de que la historia era cierta, -tratar de ir al cuarto de baño de noche, por los patios y corredores obscuros y sin luz eléctrica era tan espeluznante que no se podía dudar de su certeza-. Por su extensión, la contaré en dos partes lo mas apegado posible a lo que recuerdo.

En 1950 ya había luz eléctrica en el pueblo, pero solo la plaza tenia alumbrado público y tres o cuatro calles mas allá en cualquier dirección ya no había cableado. A las 7 era raro ver gente en las calles y para las nueve, ya todo el mundo estaba encerrado en sus casas, no solo porque era difícil caminar de noche sobre las calles empedradas estando como estaban, oscuras cual boca de lobo, sino porque la gente le tenia miedo al toque de animas con el que todas las noches, justo a las 9, se hacia repicar la campana de la iglesia, nueve toques largos y sombríos que duraban un par de minutos invitando a la gente a rezar una oración por el descanso de las almas en el purgatorio. No era solo que la gente le tuviera miedo al lúgubre tañido, que en un pueblo sumergido en sombras y silencio era suficiente para erizar los cabellos; era, además, lo que todos sabíamos que ocurría a esa hora, justo cuando se escuchaba el primer toque.

Nuestra casa estaba en la contra esquina de la iglesia, al otro lado de la plaza, de modo que teníamos la fortuna de contar con servicio eléctrico, pero siendo las tías muy devotas, me prohibían encender las luces cuando se acercaba el toque de animas, minutos antes de las nueve, encendían un par de veladoras y con el primer repique, iniciaban un rosario que a mi me parecía interminable. Se supone que a esa hora yo debía estar yéndome a dormir, pero en una casa grande y estando las tías tan ensimismadas recitando la oración, podía eludir la orden, y permanecer despierto en mi recamara con una vela encendida. Mi cuarto era la única habitación construida en el nivel superior, era una cuarto pequeño con ventanal y puerta en dos de sus costados, La puerta trasera daba al techo de la parte frontal de la casa que funcionaba también como bodega para la tienda que administraban las tías. A la puerta de acceso se llegaba por unas escaleras de caracol que subían desde el patio. Esa entrada tenia vista a la parte trasera de la casa, que no era sino varios cuartos en desuso y medio derruidos, construidos aun en adobe y con techo de teja. Estos cuartos eran lo que restaba de una propiedad más grande que el abuelo vendió y las tías, dos mujeres solas, habían finalmente optado por dejarlos casi en el olvido pues no se daban abasto con la casa y la tienda, los usaban ocasionalmente para guardar mercancía de baja venta, de modo que estaban llenos de trebejos, polvo y telarañas, a mí me daban miedo y por eso nunca me aventuraba a bajar hasta allá. Desde lo alto de la escalera y por la ventana, además de los tejados de esos cuartos, podía verse la mitad del pueblo, que corría cuesta abajo desde la plaza, hasta “Los Ates”, un cerro a cuyos pies se fundo el pueblo.


Plaza de Apaseo El Alto, Guanajuato, Mexico. El cerro de "Los Ates" se ve al fondo


Como dije, cuando iban a dar las nueve, yo encendía una vela y subía a mi cuarto a encerrarme antes que se escuchara la primer campanada. En mi cabeza siempre tenia la idea de no asomarme a la ventana hasta que hubiera terminado el toque de animas, pero la curiosidad era mucha y siempre vencía al miedo, así que, vela en mano, corría una esquinita de la cortina para asomarme a buscar La Linterna.

El pueblo en aquel entonces no era tan grande, así que las calles se acababan a unas doce cuadras de la plaza, mas allá, estaban los solares y a unos 5 kilómetros cuesta abajo, la ladera del cerro. El cerro de Los Ates es un cerro alto y largo, poblado de peñascos, ignoro que tan largo es el perfil que se observa desde el pueblo, pero supongo que se trata de al menos tres kilómetros de punta a punta sobre un terreno agreste; al estar tan cerca, podía distinguirse su perfil entre la negrura de la noche, aun sin luna. Al sonar la primera campanada del toque de animas, aparecía en la punta este del cerro una luz, era una luz blanca-verdosa muy intensa y iniciaba un veloz recorrido por todo el borde del cerro hacia el oeste mientras se iban dando los nueve toques de animas, que, como dije, eran largos, pero en conjunto duraban solo un par de minutos. La luz terminaba de recorrer el cerro justo al sonar la novena campanada y desaparecía sin dejar rastro. Esto se repetía todas las noches –excepto los domingos, pues para celebrar misa de 8, ese dia no se emitía el toque-. Lo que producía aquella luz no podía ser un auto, pues en ese cerro no había –y creo que aun no existe- camino, tampoco podía ser un avión ni otro tipo de aeronave, hablamos de 1950, además de que La Linterna no producía sonido alguno y trazaba su recorrido claramente sobre la ladera del cerro y no sobrevolándola y, por supuesto, no era una persona a pie cargando alguna especie de lámpara, pues ningún humano podría recorrer esa distancia sobre terreno tan irregular en tan poco tiempo.
A fuerza de tiempo, de verla a diario andar su camino la gente dejo de preguntarse que era aquello, todos dábamos por hecho que era un alma en pena, pero nadie, al menos que yo sepa, se atrevió nunca a ir al cerro a averiguar que era lo que en realidad ocurría, y aunque nadie aceptaba abiertamente temerle, la gente procuraba no hablar del asunto. Yo le perdí el miedo, la linterna se convirtió en mi show nocturno privado, la vi casi todas las noches desde la escalera de mi cuarto tratando de imaginar que era lo que la producía. La respuesta llegó una mañana de viernes

20080925

"Elefantes en fuga" ó "La verdadera magia del circo" ó "Como sepultar las esperanzas en tres dias".

La noticia de la muerte de Hildra, la elefanta que escapo del Circo Unión y que fue arrollada cuando invadió una autopista en Ecatepec, Estado de México, provocando también la muerte del chofer del autobús contra el que cochó, ha dado la vuelta al mundo.


Foto de "El Universal"


No voy a abundar sobre el asunto del que ya se ha hablado bastante -y mejor de lo que pudiera hacerlo yo-. Yo voy vine a hablar de un hecho semejante, que ocurrió hace mucho, antes de que existiera internet, y que por ello, además de su no tan trágico final, no alcanzo las dimensiones que ha alcanzado el caso de Hildra.

Todos los años hacia escala en la colonia donde yo vivía el Circo Krony. En ese baldío se instalaban varios circos cada año, pero a mi padre le gustaba el Krony porque decía que tenia el mejor espectáculo y siempre que pasaba por ahí íbamos a verlo. No sé si era o no el mejor, escasamente conocí otros circos y recuerdo pocas cosas del show (tenia como 8 años) pero me encantaba, así que yo también pensaba que el Krony era el mejor y lo esperaba con ansia.

La ultima vez que que el Krony planto su carpa en ese lugar, una noche después de que mi padre nos llevara, la elefanta, al igual que Hildra, se escapo, pero ella no hizo una larga travesía: se limito a cruzar la calle y en lugar de chocar con un camión, se estrello contra el cristal de la panadería y se comió todo el pan. En realidad no sé si se lo comió todo o fue solo parte del rumor, lo cierto es que la vitrina estaba completamente rota, que el circo tuvo que pagar los destrozos hechos por el animal y nosotros, durante unos dias, debimos comprar pan a otro sitio. Tambien fue cierto que el Municipio prohibió al Krony instalarse de nuevo ahí y como a mi padre no le gustaba otro circo, esa fue la ultima vez que fuimos a uno.


Es muy triste la situación a la que están sometidos la mayoría de los animales en los circos. Se supone que con todo el alboroto que ocasiono el caso de Hildra, las autoridades mexicanas debían tomar cartas en el asunto y sancionar o de plano prohibir la exhibición de bestias a las que no se les puede proporcionar un hábitat adecuado. Aunque le confiscaron al Circo Unión dos elefantes mas, 10 tigres y clausuraron temporalmente el lugar de donde Hildra escapo; dudo que el asunto pase de ahí y creo que terminara convirtiéndose en otra nota curiosa en los diarios, algo que alguna vez paso y será olvidada, como ocurrió con el caso del Krony que jamás paso de ser el chisme del vecindario, hasta que un día vuelva a escaparse otra bestia que reviva la cuestión.

El cadáver de Hildra aun esta en una bodega esperando ser sepultado, pero me temo que la esperanza de decenas de animales de ser rescatados de la vida miserable a la que los someten ha sido sepultada ya.

20080919

Remache

Hoy, colocando laminas en el interior de un camión, de pronto reconocí de entre los sombríos rincones de mi memoria este objeto:


Un remache de aluminio. Mi padre tenia en su caja de herramientas, revueltos con cientos de tuercas, tornillos y objetos diversos de ferretería, remaches como estos y una pistola para colocarlos; por supuesto yo, teniendo 6 o 7 años encontraba indescifrables los objetos de la caja y nunca se me ocurrió pensar que la pistola y los remaches tuvieran alguna relación, eran solamente otro de esos fierritos que mi padre jamás utilizaba y que permanecieron décadas en aquella pesada caja verde de la que desconozco cual fue su final.

A los 6, los remaches realizaban la función de “espaditas”, estupendas para ir a la caza de tiburones, pulpos, leones, dinosaurios y otras fieras de plastilina que deambulaban por la mesa del comedor las tardes que no me dejaban salir a jugar. Podía transformar en divertida una tediosa tarde de septiembre confeccionando bestias de colores para después arponearlas y regresarlas a la vida para volver a empezar. Recuerdo que al final los remaches dejaban los dedos de un color cenizo y con un desagradable olor. Y también recuerdo que como nunca me intereso regresar las espaditas al sitio de donde las había tomado, estas terminaban extraviándose irremediablemente y que así, poco a poco, fueron desapareciendo de la caja de herramientas hasta casi la extinción, que no ocurrió porque al crecer dejo de interesarme la cacería de animales de plastilina.

Ahora conozco el propósito de estos otrora enigmáticos objetos, pero aunque llevo ya cerca de dos años trabajando en un lugar donde los remaches se han vuelto algo cotidiano, el recuerdo de lo que fueron alguna vez no llego sino hasta hoy y les cambio el significado nuevamente. Fue algo triste darse cuenta de cuanto y que tan fácilmente podemos olvidar las cosas cuando crecemos, como se nos difumina lo que fue importante alguna vez. Pero ahora que volvió quise venir a dejarlo aquí para que no vuelva a perderse. Al menos puedo decir con satisfacción que aprendi algo con el tiempo: Hay que guardar las cosas para que nos gustan para que no se pierdan. Yo deje tirados por ahí muchos remaches cuando había terminado de usarlos en vez de regresarlos a la caja de donde los tome, ahora he venido a guardar estos para no se me vuelvan a perder.

20080914

Montruos

Los cuentos de avistamientos de monstruos no son cosa nueva, a lo largo de la historia hemos conocido cientos (si no miles) de mitos sobre extrañas criaturas que se ocultan en lugares reconditos de la tierra y que en los ultimas decadas, con los avances tecnologicos, han sido captados en foto o video aunque la mayoria de las veces la pruebas son poco concluyentes, las fotos borrosas, los videos lejanos y con pobre definición y las noticias al respecto rara vez pasan de la pagina de notas curiosas de diarios y noticieros. Seleccione algunas para comentar.

Quien no conoce al mundialmente famoso Mounstruo del Lago Ness o “Nessie” como es llamado con cariño, del cual la foto mas famosa es esta, tomada en 1934.

Aunque el autor de la foto confeso muchos años despues que habia fabricado la figura de Nessie en madera para despues fotografiarla, miles de personas al año visitan el lago escoces atraídos por el mito.


Suecia tiene su propia versión de Nessie: Storsjoodjuret (que vaya dios a saber como se pronuncia, pero significa El monstruo del lago Storsjön) que ha sido visto al menos 200 veces, la primera de ellas en 1635. Una televisora local ha empezado a instalar camaras buscando probar su existencia y obtuvo el pasado agosto imágenes del monstruo.

La televisora, decidida a encontrar a Storsjoodjuret, planea instalar al menos 30 camaras en el lago durante el proximo año.


En la misma linea de los mounstruos prehistoricos, en 1925, en una playa cerca de Santa Cruz en California, se encontraron los restos de un supuesto plesiosaurio. La nota aparecio a 8 columnas en varios periodicos de la epoca.

A pesar de que lo impresionante de las pruebas, la version oficial (que muchos aun no creen debido a la aparente existencia de cuello que presentaba el fiambre) concluyo es que se trataba solo del cadaver de una Ballena de Baird, como esta encontrada en una playa de Japon, que el mar arrastro.


Por supuesto no podia faltar Pie Grande, quien tiene multiples versiones en todo el globo, y de quien la imagen mas famosa proviene del video tomado por dos hombres en California en 1967.

Existen tanto quienes juran que el video es autentico como quienes afirman que se trata de un hombre disfrazado. Lo cierto es que apenas el pasado agosto, dos cazadores en Georgia mostraron a la prensa fotografias del supuesto cadáver de Pie Grande que encontraron en un bosque y que mantenian dentro de un refrigerador. A pesar de la conferencia de prensa y supuestas pruebas de ADN que mostraron, casi nadie les creyo.

En un caso muy reciente, (Apenas en julio pasado), tres mujeres encontraron en la playa de Montauk, cerca de Nueva York, una criatura que al parecer las olas arrojaron a la playa. Se bautizo al animal como “El mountruo de Montauk” y por lo impactante de la fotografia, el asunto causo gran alboroto en los medios.

Aunque no ha quedado del todo claro, se sospecha que el cadaver no pertenece sino a un perro o un mapache en avanzado estado de descomposicion. Esta teoria parece haberse fortalecido tras la publicacion de una segunda foto que las mujeres tomaron del cadaver antes de que fuera (convenientemente) robado del sitio donde lo sepultaron, En esta segunda foto, aunque igual de feo, el animal ya no parece proveniente de los Expedientes X.

Mientras todo se aclara, una marca de bebida energetica (de esas tipo Red Bull) llamada Venom, lanzo un reto mediante un blog, ofreciendo premiar a quien obtenga un ejemplar del mounstro de Montauk vivo, con una dotacion vitalicia de su producto. (CaptureTheBeast.blogspot.com. )


Apenas hace unos dias, otra mujer fotografio en una presa de Connecticut una serie de 4 tomas de lo que parece ser el rugoso lomo acorazado de una criatura asomandose sobre la superficie del agua. Esta nueva historia, quiza victima del aun fresco descredito de los hallazgos de los cadaveres de Pie Grande y del perro de Montauk, no causo ya el mismo impacto, por lo que fue dificil encontrar mas de una de las fotografias.


Quiza esta nueva historia no consiga siquiera que alguien se esfuerce en desmentirla y dudo que alguna marca de, por ejemplo, crema suavizante se atreva a proponer alguna recompensa.


La pregunta es: ¿Por que de pronto me he lanzado a hablar de huidizos mountruos y de los casi invariablemente fallidos, difusos y poco confiables intentos de probar que existen? Bueno, porque en fechas recientes yo me he dado a la tarea de probar la existencia de mi propio y muy personal mounstro. Este habia dado ya discutibles señales de vida: ruidos, actitudes extrañas de nuestros gatos, atentos a un “algo” invisible para nosotros ocurriendo afuera; historias de vecinos que decian haberlo visto en su jardin y la aparicion en el techo de deyecciones demasiado grandes para ser de gato. Empece a dejar la camara a la mano por si se repetia el encuentro cercano que tuvimos con la bestia, cuando al bajar del auto despues de una agitada noche de Viernes, descubrimos su blanco rostro y sus dos pequeños ojos negros mirandonos entre las ramas de un arbusto. Un encuentro demasiado fugaz para dar tiempo a traer la camara para dejar prueba de que ocurrio. Pero antier (el mismo dia de nuestra aventura con Yary, justo mientras esperabamos a media calle a que acudieran a recogerla sus dueños) pudimos ver a la criatura bajando del techo, aferrandose con sus garras a la pared y las ramas de una enrredadera, hacia el patio del departamento que esta bajo el nuestro. Cuando recogieron a la perrita, tome la camara y corri a la ventana del cuarto buscando al animal para tomarle una foto y cual fue mi sorpresa al mirarlo oteando despreocupadamente el viento, de pie sobre la barda. Dispare en dos ocasiones, haciendo uso del flash, pero el reflejo en el cristal hizo imposible la toma y solo sirvio para asustar a la criatura que corrio para desaparecer tras el muro. Al revisar las fotos, descubri que en una se aprecia, muy borrosamente, tan borrosa como las pruebas con las que la humanidad se ha empeñado en demostrar a lo largo de los siglos la existencia de seres mitologicos o desconocidos, la evidencia de que este animal realmente merodea por las noches el condominio desde hace no se cuanto tiempo. Ahi esta, perdido entre el reflejo del flash en en la ventana, sobre la barda, corriendo de izquierda a derecha. ¿Puede alguien distingurlo?




Si, nos ha estado visitando un tlacuache.

Ya se que nuestro montruo tercermundista no saldra jamas en las noticias, pero juro que aqui ha provocado mas miedo que todos aquellos de los que hable.

20080729

Taller

Por cierto, (hablando de mala memoria) este es el apunte que mencione en la entrada anterior:

Taller

Una vez intenté escribir, me apunte a un taller literario para saber si tenía un poquito de talento. Me presenté en el aula el día indicado con un bolígrafo de tinta azul, mi cuaderno de cuadrícula y muchas ilusiones. Todavía tengo guardados por ahí los trabajos que hice durante el taller.


Me dijeron que a lo mejor, con suerte, si tenia un poquito de talento.


Lo que no tenía -y aún no tengo- es algo que decir.

A topes contra la ventana

Me sorprende como insisto en ciertos insipidos asuntos, como me doy de topes (tac... tac... tac...) cual mosca panteonera, contra la ventana de siempre. Pensaba en este sitio y en la dificultad de articular palabras para venir a decir algo que, al final, nunca queda claro y recorde que ya antes habia pensado en el asunto, en lo dificil que es escribir cuando no se sabe o no se tiene nada que decir. Busque entre el monton de notas que tengo -precisamente- amontonado por ahi y la encontre. Pense en incluirla aqui sin aclaracion alguna, como si fuera cosa nueva, pero creo que es importante -al menos para mi- sincerarme y reconocer que ha pasado el tiempo sin que las cosas en mi cabeza cambien ni un poquito.


No se si esto debiera hacerme sentir bien, dado el hecho de que puedo reconocerme mirando hacia atras, puedo voltear y darme cuenta que, en esencia, soy la misma persona, con las mismas ideas, dudas, preocupaciones, etc., y que repetirme es la prueba de que se me puede tachar de muchas cosas pero no de falta de autenticidad; o si debo avergonzarme por que ha pasado el tiempo y al voltear, me doy cuenta que, en esencia, soy la misma persona, con las mismas ideas, dudas, preocupaciones, etc., y que no he avanzado nada y que sigo, como dije, estrellando metodicamente la cabeza contra la misma ventana.
Foto: °°°BlAnChOn_FaBiAnA°°°'s flickr photostream

De cualquier manera, creo que no tengo mas remedio que seguir siendo como soy y seguir haciendo las cosas tal como las hago, porque cambiar es algo que, seguramente, ya he intentado antes sin exito.


tac... tac... tac...

20080726

Amnesia

Si alguien me pidiera confesar cual mi peor defecto, de entre la inmensa pila que forman elegiria mi mala memoria como el peor.

Olvido donde deje las llaves hace dos minutos. Olvido cerrar la puerta y encender la alarma del despertador. Olvido fechas e incluso olvido que dia de la semana ocurrio algo: aunque ese dia haya sido ayer, yo juro que fue hace semanas o confundo un evento ocurrido hace meses y lo ubico el miercoles pasado. Trato de memorizar telefonos o direcciones apuntandolas en papelitos que pierdo irremediablemente, y si llegara a encontralos, lo hago mucho tiempo despues, cuando ya no importan. He visto peliculas que que me gustaron hasta el punto de casi me hacerme llorar, pero de las que solo recuerdo una o dos imagenes y el sentimiento que me provocaron, pero soy incapaz de recordar un pedacito de la trama. Documentos importantes son mi especialidad y suelo ademas olvidar su ubicacion justo en el momento que mas urge encontrarlos. No hablemos del dinero, y tratar de solucionar el problema cambiando el efectivo por tarjetas no funciona, porque tambien las pierdo cartera incluida.

Y siempre ha sido asi desde que lo recuerdo (vaya sarcasmo): Una vez, cuando iba en tercero de primaria, llegue a la escuela sin mochila. Ni un misero lapiz llevé. Fue humillante.


Mi mala memoria es memorable. Me hace sufrir, desesperar, y manda al carajo cualquier atisbo de brillantez que pudiera acusar mi persona, ademas de poner al borde de la histeria al mas plantado cuando ha tenido que lidiar con los naufragios que ocurren en mis lagunas mentales.

Olvido todo.
O casi todo, porque no se me olvida tu nombre, ni tu mano por las noches. No se me olvida quien soy, de donde vengo, ni olvido la razon que me trajo hasta aqui.


(foto tomada por Trying en una visita a Michoacán, México en pelicula de 35 mm)