El sábado pasado conseguí algo que nadie 20 años había conseguido hacer: Que aceptara ir Trying a la Feria del Condado, que cada año durante dos semanas se instala muy cerca de aquí. Oficialmente es la fiesta más importante de la zona, pero en cuestión de asistencia y quizá de fama, el Festival de la Fresa la ha relegado a un segundo lugar.
Este era el corredor principal, la zona de comida y la entrada a las exposiciones. Aunque se ve mucha gente no era tanta como en la fiesta de las Fresas, se podía caminar y no tenias que hacer cola para comprar algo
Uno de los problemas que Trying tenía con la feria es que cuando iba junto con sus hermanas, que entonces eran jovencitas “sin oficio ni beneficio” era que llevaban el dinero limitado, y que se contentaban con pasear –viendo chicos, no te hagas Trying- y subirse a los juegos mecánicos, pero nunca entraron a las exhibiciones. Un día Trying y sus hermanas se aburrieron de eso y ya no quisieron ir. Pero esta vez su salario de maestra ya le permite darse ciertos lujos y además iba en compañía de alguien cuya especialidad es andar metiendo las narices en donde se pueda –es decir, yo- y apenas entrando nos colamos a las salas de muestra.
Primero, una exposición de fotografía organizada por el periódico local (en algún lado hubo un concurso del que yo no me enteré.) Aunque le expo no era muy vanguardista en cuanto a lo artístico –parecían haber materializado la pagina de Explore en Flickr- había fotos muy lindas.
Luego, una exposición de pintura. Creo que los expositores son parte de talleres que las alcaldías y otras organizaciones en las ciudades del condado ofrecen. Junto a esta de pintura tenían una exposición de tejido, de colchas hechas a mano, de verduras en conserva, de dibujo infantil, de escultura, de repostería (como ya era el ultimo día de la feria, los pasteles ya no se veían muy sabrosos), casi todo hecho por personas de la tercera edad.
Y entre los retratos nos encontramos a alguien conocido:
Saliendo de las exposiciones, aunque no teníamos mucha hambre, nos encontramos frente de un puesto de comida al que no pudimos decirle que no:
Un funnel cake. En este puesto eran mucho más ricos que la ultima vez en el Festival de la Salsa, pedimos uno aderezado con puré de manzana. ¿La dieta? Bien gracias ¿y tu que tal?
Más adelante estaban las exposiciones ganaderas. Pero como en el Sur de California no se cría ganado –salvo pollo-, la expo ganadera era mas bien como un zoologiquito planeado para que los niños vieran animales de granja. Lo curioso es que los que se arremolinaban con ojos maravillados frente a las jaulas eramos casi puros adultos.
En la primera sala había burros, becerros, chivos, pero los que se robaron la tarde fueron estos cerditos. El más pequeño que chupaba frenético de su madre aprovechando que los demás dormían. La foto apenas y salió de tanta gente que rodeaba la jaula. ¿Ahora me creen que esta cuidad es de lo mas aburrido que hay en la tierra?
¿Han probado alguna vez hacer cantar a un grupo de guajolotes? Yo si, pero a estos no los pude hacer cantar. A lo mejor no me entendieron porque gorjean en inglés...
Esta era la sala de conejos. Había mucha más gente de la que se ve.
No estaba triste ni asustado, creo que lo parece por sus orejas.
A estos cuyos les hacen rulos, me imagino que es para que no se les ensucie el pelo o se les enrede. Creo que este se llamaba Doña Florinda.
Debajo de ese greñero hay un conejo =)
Y debajo de este, un gallo.
Nos encontramos a la salida de ahí con las participantes en un concurso de belleza:
Luego descubrimos que las concursantes eran las adiestradoras, pero estaban más bonitas las vacas.
A la salida encontramos esta maquina:
Por 25 centavos obtenías un puñito de maíz para darle de comer a los borregos. Era una oferta que no podíamos rechazar.
Yo creí que seria rasposa como la de las vacas, pero tienen la lengua suavecita. =)
Aunque ya era tarde, alcanzamos a ver el concurso de lazar becerros.
Notese que a los becerros les colocan una proteccion en la cabeza para que la cuerda no los dañe.
Y por último, la atracción principal, la carrera de chanchitos.
Gana siempre el más hambriento.
Esta no era –creo- parte de la exhibición ganadera, pero la incluyo para que vean que había estimulo visual para ellas.
La verdad estaba medio gordito y medio pelón, pero era lo que habia. Ojalá a mi jefe nunca se le ocurra adoptar un uniforme institucional parecido a este...
Y había mas: Exposición de frutas, de flores, de plantas de jardín, de joyería, de productos novedosos. Hasta los republicanos y los demócratas tenían su espacio de exhibición. La feria es un collage muy raro donde se exhibe todo y nada a la vez. Será quizá porque en la única cosa verdaderamente típica del sur de California es andar sin zapatos en la calle. Pero nos divertimos bastante y nos cansamos mucho porque caminamos hasta que se hizo de noche. Cuando ya nos dolían los pies, descubrimos estas maquinitas mágicas:
Te sientas en ellas, colocas los pies en la placa metálica y depositas 25 centavos. La placa vibra tan fuerte que le dices adiós al cansancio, listos para ir a ver la zona de tortura.
Mi fuerte nunca han sido los juegos mecánicos. Como tampoco es el de Trying, nos contentamos con comer un hot dog y sentarnos observar.
A estos pobres, por ejemplo, no contentos con zangolotearlos como en licuadora, los paraban de cabeza y los mojaban. Y ellos divertidísimos. =S
El caso era hacer tiempo para ver el gran final: Los fuegos artificiales.
Cuando íbamos saliendo Trying me pregunto si para el próximo año quería volver a venir, pero antes de que yo le respondiera, concluyó: “Porque yo sí”.
No solo conseguí la proeza de hacer que Trying fuera a la feria, sino que ya hasta se apunto para la del año que viene. Merezco el Nobel.