Mostrando entradas con la etiqueta gatos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta gatos. Mostrar todas las entradas

20110424

Leones para llevar


El Viernes fuimos a ver African Cats, la película que Disneynature lanza para conmemorar El Día de la Tierra. El año pasado me quedé con ganas de ver Oceans, pero este me lleve arrastrando a Trying a ver la versión 2011 de esta serie de películas que duran en cartelera apenas una semana.

Es un documental con estupenda fotografía de una historia para muchos conocida: los retos que enfrenta los grandes gatos africanos para sacar adelante a su prole. Aunque esperar a que salga en video seguro vale la pena, las escenas en pantalla gigante valen el boleto; tan lo valen que Trying, quien en principio aceptó verla porque los boletos para otra que exhibían al lado estaban agotados, lloró a lagrima tendida varias veces.

Los hijos de Kali, unos auténticos cabrones =)


Por supuesto, como se trata de Disney, tiene una pincelada cursi tanto en la música como en la narración –a cargo de Samuel L Jackson- y han tenido cuidado de editar las escenas demasiado fuertes, por lo que algunos críticos se lanzaron sobre ella diciendo que parece la versión documental de El Rey León. Yo creo que exageran, o ¿No lo pensaría dos veces una madre que lleva a sus hijos al cine, si African Cats incluyera escenas de sexo explicito o se viera en detalle la manera en la que una docena de leones destroza a una cebra aún viva?

Yo la goce y me consta que Trying también, tal vez porque tenemos en casa la versión portátil de un majestuoso gato salvaje africano.

 
Aunque nuestro león casero sea tan inútil que solo consigue cazar solo bichitos microscópicos.
 
 



20101024

Lost


El sábado de la semana pasada, como casi todos los sábados, abrí la puerta trasera y deje salir a los gatos un rato al patio. Como casi todos los sábados ellos bajaron corriendo, felices de la vida, para oler cosas, comerse el pasto y tumbarse un rato en el sol y, como casi todos los sábados, yo me senté en el piso a navegar un rato leyendo blogs.


(Esos agujeros en la pared que se alcanzan a ver son un asuntito pendiente que tenemos con la asociación del condominio... parece que casualmente “olvidaron” reparar ciertas áreas comunes de cuando la reparación)

Mientras estábamos en el patio, una vecina salió a tirar basura. Cuando ven alguien extraño, los gatos salen disparados por las escaleras de vuelta a casa y yo me subo detrás de ellos para ver como andan porque ya una vez Moshki chocó con una pared mientras huía despavorido y terminamos en el hospital. En casa encontré a Ramona sentadita en el patio, espiando desde el balcón a la vecina que iba de regreso pero a Moshki no lo ví, supuse que estaría escondido debajo de la cama el muy cobarde y me senté tranquilamente a platicar con Trying. Minutos después fui a revisar debajo de la cama para asegurarme que el gato estaba ahí antes de cerrar la puerta -que estuvo siempre a mi vista y por la que nunca lo vi salir- pero no lo encontré. Me asome al balcón y nada, busqué en el closet, en el baño en la cocina y como no lo hallé volví a bajar al patio sin resultados, entonces le avise a Trying y bajamos juntos otra vez. Tras buscar por todos lados, volvimos a casa, revisamos nuevamente de arriba a abajo y como no apareció, me subí al techo, que era el último lugar donde podía estar pero tampoco lo hallé. Entonces si nos alarmamos. Salimos a dar una vuelta por la cuadra y hasta el parque llamándolo sin éxito, y así paso hora y media. Nuestros gatos no salen a vagar de noche y no saben, aunque nunca se los prohibimos, ir mas allá del techo condominio, no sé si se debe a que los esterilizaron muy jóvenes pero son los gatos más caseros –y más aburridos, pensaría otro gato- del mundo. El caso es que yo me asuste y Trying estaba al borde de la lágrima. Repasamos con cuidado los hechos y se nos ocurrió que, quizás, al bajar la vecina había dejado su puerta abierta y que Moshki por equivocación –o curiosidad, porque es un cobarde pero muy chismoso- habría entrado a su casa en vez de a la nuestra. Tocamos pero nadie respondió, así que tuvimos que esperar una hora mas, que dedicamos a buscar de nuevo por la cuadra. Cuando vimos el auto del vecino le llamamos otra vez. Este nos dijo que podíamos pasar a buscar pero solo unos minutos pues debía salir, yo entre a su casa y llame al gato pero nada pasó. El vecino nos dijo que dudaba que el gato estuviera ahí pues su perro ya lo habría visto pero que si queríamos, podíamos revisar con mas calma cuando él regresara. Ya estábamos pensando que si no lo encontrábamos ahí, reportaríamos el extravío a la compañía que les puso el chip que lleva en su espalda, Reportarlos extraviados no nos daría resultados inmediatos; un usuario inocente –justo como nosotros- pensaría que la empresa rastrea el chip vía satélite y le da al dueño una ubicación aproximada de su animal, pero lo que hacen estas empresas es emitir una alerta a los centros antirrábicos para que en caso de que detecten el chip en uno de los animales que reciban, les llamen para que la empresa nos avise. Yo ya había empezado, además, a pensar en imprimir carteles.


Este es solo un ejemplo. Nunca le dije a Trying que estaba pensando seriamente un lanzarme a imprimir algunos porque si le digo entonces si se soltaba a llorar.

El vecino regreso una hora mas tarde y Trying entró a buscarlo pero fue más inteligente que yo: Se fue directo a buscar debajo de la cama y ¡voilà! Ahí, todo asustado, encontró a Moshki. Lo sacamos lo llevamos a casa agradeciendo al vecino su amabilidad y pusimos fin al drama.

Yo creí que con esa experiencia el gato maduraría un poco y que se le quitarían las ganas de salir a patio, pero media hora mas tarde andaba rascando de nuevo la puerta trasera queriendo salir.

Lo peor es que todo el tiempo que estuvimos buscando a Moshki como locos, Ramona se la paso sentadita por ahí, mirándonos ir y venir con cara de “♫ Yo sé dónde esta Moshki ♪, ña, ña, ña, ña, ♫ y no les digo ♪ ”


Estas dos fotos son las que le enviamos a la compañía del chip para que las publique en caso de extravió. Espero que nunca tengamos que verlas en un cartel real pegado en algún poste de luz.

20100801

Que no se le olvide a Julio.


Hay varias cosas que pasaron y que tenia que apuntar aqui, antes que la prisa haga que a Julio se le olvide:

Red Flag Cat
Llevamos a Moshki a su revisión medica anual y a que le aplicaran la vacuna de la rabia. Trying se enteró vía telefónica cuando hizo su cita que Moshki es ampliamente conocido en el consultorio: Esta catalogado como “Bandera Roja” clasificación con la que distinguen a los gatos sumamente peligrosos.


¿Quien va a creer que este lindo gatito se vuelve león frente a una bata blanca?


Esta vez lo atendió la “doctora magica” que es la única con la que no se ha portado como un monstruo, si bien le gruño un poco, después se dejo llevar sin muchas protestas. Al final un par de inyecciones y todo bien hasta el próximo año. La doctora, sin embargo, prefirió no confiar en su suerte y lo ausculto con un tranquilizante de por medio. Antes de irnos nos recomendó que la próxima vez que lo llevemos podemos hacerle el viaje menos traumático (a ella y al gato) tranquilizándolo con anticipación. Le recetó esta droga:


Básicamente es un psicotrópico, pariente del Diazepam, que lo va a dejar muy contentito de ir al doctor. Por lo pronto no tenemos que decidir si se le damos o no hasta dentro de un año, a menos que se enferme de algo en el transcurso. Este mes de agosto le toca revisión a Ramona, que esta dormida a mi lado justo ahora, sin sospechar la amenaza que se cierne sobre ella. Pobrecita. Al menos ella no necesitara drogas, solo una buena cepillada porque cuando se asusta se le cae el pelo.



Salsa Festival



Fuimos al festival de la salsa, otro de esas celebraciones que hay en la ciudad y a las que he estado arrastrando a Trying, a quien no le agradan mucho. Creo que la razón por la que no le gustan estas fiestas es porque son demasiado parecidas entre si y porque están organizadas por y para la “gente bonita”, pero yo le insisto que ando haciendo un estudio antropológico y que la razón por la que quiero ir no es porque me guste el guateque ni la comida chatarra, sino que tengo un legitimo interés científico...


Un Latin-Lover jalapeño es el logo del festival


Descubrí que el Festival de la Salsa es mucho más entretenido que el de las fresas al que fuimos hace no mucho. Para empezar hay muchísima menos gente, la vez pasada la multitud era impresionante y no se podía ni caminar, aqui tuvimos oportunidad de pasear sin pasar por encima de nadie.


Como no había tanta gente, pudimos elegir con toda libertad lo que queríamos comer. Vimos este letrero y quisimos probar ahí en honor a nuestros amigos D y Maribé.


Seis de estas (dos de carne, dos de pollo y dos de queso) fueron lo que obtuvimos:


Seguro (Maribé y D podrían sacarnos de la duda) con estas empanadas pasa lo mismo que con casi toda la comida de nuestro país que se encuentra en el extranjero: Es una imitación, bienintencionada, pero apenas una sombra de la cosa real. Aun así estaban deliciosas las empanaditas, aunque muy pequeñitas...
De postre, algo bien americano: Un Funnel Cake.


Son más ricos de lo que se ven. Están hechos de masa parecida a la de las donas, vertida en aceite a través de una manga pastelera; encima se les adorna con crema batida y mermelada; nosotros pedimos el nuestro de azúcar con canela. Nos dieron tenedores pero si algún día prueban uno, métanle la mano, sabe mejor.

El Festival de la salsa se llama así por la comida, hay un concurso de salsas en el que los restaurantes de todo el condado compiten para ver quien prepara la mas picante, la más sabrosa o la salsa más rara.


Había también un concurso en el cual le daban 100 dólares a quien comiera mas chiles jalapeños en un minuto y otro premio si además rompían el record actual de 22 chiles. Todo esto lo vimos solo de lejecitos porque en la única cosa en que me parezco a los gringos en que no como picante...

Pero además de la salsa de comer, también tienen para bailar: Hay música en vivo, pista de baile y un concurso que la gente disfruta mucho, es impresionante como algunos gringuitos dominan la salsa mejor que el chilango mas pintado. Creo que esta parte es la que más me gustó porque la gente bailando se veía feliz.


Y esta vez, a diferencia del pedante Festival de la Fresa, la entrada era gratuita y no se sentía ningún tipo de discriminación, aunque, sorprendentemente, las familias de los trabajadores del campo no estaban ahí. Creo que la segregación ocurre por dos vias y no solo por una...



Nublado



Trying y yo habíamos planeado escaparnos este sábado por la noche hacia algún lugar muy cerca de la playa para poder fotografiar la conjunción de Saturno, Marte, Venus y Mercurio, porque Mercurio iba a estar tan cerca de la línea del horizonte que desde el balconcito de seria imposible de ver. El problema fue que la neblina invadió el cielo todo el fin de semana e hizo imposible ver las estrellas, arruinando nuestros planes. No puedo, como prometí subir la foto de los cuatro planetas pero a cambio subo esta luna hermosa saliendo por el este a eso de las 10 pm.


Los puntos rojizos no son estrellas, son luces de seguridad de una antena de transmisión. Aquí una toma más cercana.


Fue el miércoles 28 el día que se vio espectacular: Inmensa, roja y llena por completo, pero eso día no llevábamos cámara, por eso nos fuimos a cazarla el jueves al estacionamiento de un McDonalds mientras nos tomábamos un delicioso vaso de chocolate caliente.

De cualquier modo el baile de Saturno, Venus y Marte continuará todo agosto muy cerca de la puesta del sol, y por ahí del dia 12 ó 13 se les unirá la luna creciente. Esperemos que para entonces el cielo ya este despejado y nos deje sacar foto.

20100711

Kiss my ass, Pulpo Paul


And the winner is...




La foto no es buena pero el pronóstico vale. Lo siento, Bidan, será para la otra.


------------------------::::------------------------::::------------------------::::-------------------------


No tienen que decirme que Moshki es un inútil, pero es más lindo, más tierno y más peludito que cualquier molusco viscoso. ¿A quien se le va a antojar abarzar a Paul?. No pienso cambiar su arenero por una pecera.

¡Arriba España! ¡Viva el campeón!

20100710

"Preferiría entonces vivir sin mí"

Monsivais, jóven aún, con uno de sus gatos. Foto de Lola Alvarez Bravo.

Todavía no se resuelve (aunque al parecer todos estan a vivos y bien) el asunto de los gatos de Carlos Monsiváis, y yo no había posteado lo que prometí por falta de tiempo y por escribir sobre cosas que van ocurriendo y que si no guardo de inmediato, se me pierden de vista y no las vuelvo a ver ni en sueños.

Yo no sé si es sano tener en casa tanto gato, -Monsiváis tenia 13 al morir- pero si sé que una persona que tiene demasiados invariablemente se le considera loca. Yo no creo que una persona que tiene muchos gatos este loca, pero si creo que para llegar a esto algo tiene que ver la soledad.

Una vez Moshki se enfermo súbitamente (el día que chocó con la pared y se lastimó la espalda) y nos fuimos corriendo a llevarlo al veterinario. Cuando esperábamos en la sala, todos preocupados, noté que un par de personas se nos quedaban viendo, pero traté de no prestarles atención. Ya en casa y tranquilos por el diagnóstico, Trying me dijo: "¿Notaste como esas personas en la sala se nos quedaban viendo? Nos veían como pensando “¡Pobrecitos! No han de tener hijos” Tenía razón. Tal vez solo sea un cliché, pero pienso que la gente a la que nos gustan mucho los gatos somos, regularmente, gente solitaria y algo triste.

No es una regla, pero es común que a la gente nos gusta lo que no podemos tener: Los que tienen el cabello lacio quisieran rizarlo; yo me recuerdo a los 14 aplacando mi cabello rizado y odiando a quienes lo tenian liso. Y podría lanzarme a citar ejemplos semejantes sobre nuestra inconformidad pero no es eso de lo que quiero hablar, sino de la razón por la que me gustan los gatos: Me gusta su porte, su gracia al moverse, su aparente indolencia y despreocupación, su egoísmo, independencia, desapego y la manera en la que son siempre ellos quienes deciden el tiempo y la forma en la que brindan su cariño. Todas esas cualidades que envidio y de las que carezco.

Ignoro si Monsiváis compartiría mi punto de vista, así como también ignoro las razones por las que tenia gatos –para tener trece debió tener muchas- pero encontré por ahí algunas cosas que dijo respecto a ellos.

“No sé, no sé explicarlo pero para mí el gato tiene demasiadas cualidades, es de una belleza cambiante, es grácil, presenta lo que decía un poeta: "Un gato es nuestra única posibilidad de acariciar un tigre", es débil, es fuerte, es mañoso, es humilde, es distante, es cercano, nunca su domesticidad es absoluta, defiende su territorio, sabe ausentarse cuando uno ya le fastidió y pues nunca demasiadas cosas para mí son para eximirme de tener gatos. Sé que es una pasión que no puede transmitirse verbalmente, que cada quien la tiene, la expresa con el fervor posible, pero que cuando se tiene es inútil querer erradicarla”

(Sobre las razones para tener tantos gatos, en entrevista para Mascotanet.com. Septiembre 28, 2001)

Tal vez Monsiváis, al final, si pensaba como yo, que este asunto de tener gatos tiene que ver con la soledad:

“No, no se puede decir eso. Para mí es la certeza de que hay un elemento renovado de gracia y humor en mi casa... Un gato es compañía, y la compañía es la certidumbre de que hay algo cambiante siempre al lado y que hay un elemento que impide que uno se centre compulsivamente en sí mismo.”

(Sobre si tener gatos le ayudaba a obtener inspiración. Misma entrevista)
Esta otra seguro le encantará a Trying, que se espanta facilmente si oye ruidos en casa estando sola:

“Era común ver a Monsiváis en las entrevistas que concedía, retratado con un gato dormido en sus rodillas o advertir a los felinos pavoneándose sobre el respaldo de su sillón e incluso mirando fijamente a la lente de una cámara de televisión. ¿Porqué gatos y porqué no, por ejemplo, perros?, insistí. Con tranquilidad y sabiduría, me dijo: ‘Es para no ver fantasmas’. Y tenía razón, cuando uno está solo en casa, cualquier sombra, cualquier ruido es atribuido a la presencia de los gatos, no a un fantasma, no a un intruso."

(Contado por Roberto González, ex-periodista Excélsior, en el foro de opinión de Gatos Olvidados. Ocurrido en julio de 1976)

Esta que sigue me encanta:

“Durante los primeros días de noviembre de 2008, Monsiváis adoptó un gatito blanco con manchas grises, recogido en Tasqueña por Claudia. (Claudia Vazquez, administradora y fundadora de gatos Olvidados A.C.) Él le había pedido uno pequeño, para que lo obedeciera, pues los otros 'se burlan de mí', le confesó el escritor.

En cuanto tuvo en sus brazos al pequeño, lo acarició y lo bautizó Catástrofe. Luego lo llevó al pasillo lleno de platitos de plástico de colores y le sirvió comida en uno.”

Aquí corto la cita e incluyo otra que me parece encaja perfecta:

“con los once" (tenia 11 gatos en septiembre del 2001) "tengo una relación continua, no están allí, les dedico tiempo para verificar su alimentación que es muy regimentada, comen exactamente a la hora que quieren”

Mas o menos el mismo patron alimenticio de Ramona y Moski. Sigo:

"Pero Catástrofe resultó muy latoso. En una visita al también periodista, Claudia pudo comprobarlo. El pequeño felino corría de aquí para allá como loco: 'parece que nunca ha comido; a todos los quita de los platos. Tenga cuidado, es un salvaje', decía el narrador.

Mientras Monsiváis contaba a Vázquez acerca de las travesuras de Catástofe, se le quedó mirando, cerca del ventanal, y casi en un suspiro, y sin distraer la vista del animalito, dijo: ‘¡cómo me hace feliz ese gatito! Es mi alegría’.”

(Primera y tercera cita del reportaje de Mónica Mateos-Vega en La Jornada. Segunda de Mascotanet.com)

La razón de tanta cita no es para justificar mi propio gusto por los gatos, ni para tratar de venderle a nadie el aprecio por ellos, sino mas bien para establecer que ya que fueron tan importantes para el escritor, merecen mejor destino que una ampolleta de anestesia y el olvido. En todo caso, como bien dijo un apreciado amigo de mente siempre lúcida, Crónicas Urbanas, si nos importa algo tenemos que asegurarnos de su cabal destino en caso de que un mal dia ya no estemos ahí. Trying y yo tenemos a Moshki y Ramona; la familia de Trying ya sabe que hacer en caso de que ocurriera algo que nos impidiera seguir ocupándonos de ellos: darlos en adopción a la asociación de donde obtuvimos a Ramona, con la instrucción de que, si es posible, los mantengan viviendo juntos. Esto para que no terminen flotando en la incertidumbre en la que quedaron los gatos del escritor tras su muerte.


Si los tenemos a causa de la soledad, pues bienvenida sea la soledad.

“Sin mis libros me sería imposible vivir y sin mis gatos también. Los libros no maúllan ni los gatos proporcionan sabiduría, por eso no podría elegir. Preferiría entonces vivir sin mí”

(En entrevista para El Universal. No pude obtener la nota original, pero si ésta)

20100703

El día que amaneció dos veces.

Ahora que Trying esta de vacaciones y que yo estoy entrando muy temprano a trabajar, mi rutina por la mañana es más o menos la siguiente:

Me levanto a las 4:30 a.m., al sentirme de pie, los gatos despiertan también. Salimos los tres de la recámara, cierro la puerta para no hacerle demasiado ruido a Trying que duerme aún. Les sirvo comida, y preparo el desayuno para mí. Cuando me voy a la mesa, ellos –los gatos- están sentados junto al refrigerador esperando la porción de galletas felinas que les damos todas las mañanas, después, se salen a sentarse en el balcón porque saben que prenderé la luz y con suerte alguna polilla, hipnotizada por el brillo de la bombilla, terminará en sus garras. Mientras desayuno, enciendo la computadora, leo mi dosis de noticias, me pongo al corriente en algunos de los blogs y cuando se acerca la hora, apago la lap, lavo platos, voy a la recámara, me despido de Trying y me voy.

Pero hoy Trying, que ha tenido una semana horrible tratando de darle cauce a su obsesión trabajolica, estaba tan cansada que cuando llegué a casa me dijo: “Yo ya comí. Mientras te bañas yo me voy a tomar una siesta”. Salí y estaba tan profundamente dormida que yo, victima también de una semana fatal, decidí ayudarle acostándome unos minutos junto a ella para descansar.

Y esos minutos se volvieron horas. Desperté a las 9:30 p.m. sintiendo mucha hambre. Afuera el cielo despejado lucía lleno de estrellas. Salí del cuarto y cerré la puerta con cuidado tras de mí para que el ruido en la cocina no la despertara. Abrí el refrigerador, encendí la estufa y mientras preparaba algo, noté que los gatos, estaban sentaditos junto a sus platos de comida. Les serví y tras comer solo un poco –evidentemente no tenían hambre- tomaron posiciones para recibir galletas, sin dejar de mirarme como si no entendieran lo que estaba pasando. ¡Están confundidos! Piensan que amanece y repiten la rutina de todos los días sin error. Justo mientras escribo, ellos esperan en el balcón a que algún bicho perdido en el brillo eléctrico se deje cazar.

Que curioso, sin querer les alteramos el reloj biológico a estos bichos. Ahora deben estar preguntándose porque no termina de salir el sol.

Pero no fue la única sorpresa de este amanecer nocturno. Saque una foto desde la ventana para ilustrar la entrada.


Este es el cielo a la hora en que empecé a escribir este post, en la imagen, (algo ocre por la luz parásita de la ciudad), se alcanzan a ver Venus, Marte y dos de las estrellas de la constelación de Leo, Algieba y Regulus. Si se ve la imagen a su máximo tamaño –dandole click- se distinguen también Chertan, Zozma y otras estrellas menores. Pero se ve algo más, y por ello reproduzco la foto nuevamente pero ahora con títulos.



Clic para agrandar.


Desde principios de junio, ha estado visitando la tierra el cometa McNaught. Según los medios especializados, a principios de julio iba a ser visible a simple vista –mejor con ayuda de binoculares- en el hemisferio norte, al poniente tras ocultarse el sol pero perdiéndose rápidamente en el horizonte. No encontré –o, más bien, no supe interpretar donde la encontré- información sobre su posición exacta en estos días, pero tengo la esperanza de que la acumulación de luz en la cámara me regaló un atisbo a este fenómeno. Al menos tengo la seguridad de que un avión no era.

Hay mas cosas que contar, pero por su importancia no quiero hablar de ellas a la carrera. Lo haré mañana con el detalle que corresponde.

Son las sorpresas que puede traer un día en el que amanece dos veces.

20100629

Los gatos de Monsiváis

Tras la dolorosa pérdida de Carlos Monsiváis y el torrente de notas periodísticas respecto a sus exequias y su obra literaria, la información sobre el celebre escritor mengua poco a poco; en parte por el lógico correr de los días, y en parte por el otro torrente de noticias sobre la estúpida guerra contra el narco que ha devenido en un río de sangre que lo inunda todo sin dejar espacio para nada más. Sin embargo hay un asunto pendiente tras la muerte de Monsiváis que los diarios han tratado solo de soslayo, como una nota curiosa: El destino sus gatos.

Carlos Monsiváis era amante de los gatos, en su casa vivían a la fecha de su muerte trece animalitos a quienes cuidaba con mas esmero que a él mismo. Pero la muerte del escritor, debida a una enfermedad –fibrosis pulmonar- que endureció sus pulmones provocándole insuficiencia respiratoria fue rápidamente atribuida a la convivencia tan cercana con sus mascotas. La familia, que de por sí no las quería mucho, las culpó de su deceso.

Carlos Monsiváis pertenecía a una asociación de ayuda para gatos desamparados, Gatos Olvidados A.C., y era de esta asociación de donde provenían todos los gatos que vivían con él. Al ocurrir su muerte, Gatos Olvidados contactó vía telefónica a los deudos del escritor buscando brindarles el pésame y para pedir la custodia de las mascotas (dado que sabían que ellos no querrían conservarlos):

En una llamada telefónica que ayer en la tarde tuve con una mujer, quien dijo llamarse Beatriz, para pedirle la custodia de los gatos, porque Monsiváis pertenecía a Gatos Olvidados A.C., me dijo: "ellos tuvieron la culpa de que él muriera".
-
No es así, lea la información de los especialistas del Instituto de Enfermedades Respiratorias (INER) para que vea que la fibrosis pulmonar no es causada por los gatos.

-Molesta, respondió: ¡No es cierto! Ellos lo mataron.

- Volví a pedirle que nos de a los gatos., entonces respondió: "No. Hoy desaparecimos a la mitad...sí se les durmió... Sí, ya tomé la decisión: que se les duerma...Mañana se les dormirá a los que faltan".

-Le supliqué que no lo hiciera. Porque para el señor Monsiváis eran seres de enorme importancia en su vida.

-Entonces, dijo: no me quite el tiempo, y colgó

(Trascripción de la conversación que Claudia Vázquez, directora de Gatos Olvidados A.C. sostuvo con Beatriz Sánchez Monsiváis, prima del fallecido Carlos Monsiváis el 19 de junio pasado, según versión de Gatos Olvidados)

La asociación se movilizó y consiguió llamar la atención de algunos medios sobre este problema, que incluso derivó ya en una denuncia ante el ministerio publico. El día de ayer se realizo una audiencia ante un Juzgado Cívico en donde la señora Beatriz Sánchez Monsiváis, prima del difunto escritor, declaro que 8 de los gatos habían sido dados en adopción mientras que planeaban sacrificar a otros cuatro debido que estaban muy enfermos. El gato restante, -Mito Genial, de 17 años- murió el miércoles pasado debido a causas naturales.

Gatos Olvidados no confía en que lo dicho por la prima del escritor sea verdad, dado que a su juicio no presentó pruebas convincentes, no pretende dejar el asunto ahí, y anunció que han solicitado asesoría legal para llevar el asunto a un tribunal superior.

También han iniciado una petición en línea solicitando que se aclare el destino que los 12 gatos que le sobrevivían al escritor hasta el miércoles pasado, y que no se les sacrifique, dado que ellos no son culpables de la enfermedad que terminó con la vida del ensayista. Yo no se si este tipo de peticiones en línea tienen verdadera utilidad, pero por si acaso ya la firmé e invito a cualquiera que lo desee a sumarse a las 438 personas que la hemos suscrito.


El único inconveniente es que los campos que solicitan dirección y código postal son de rellenado obligatorio. Resolví ese inconveniente alterando mis datos, aunque si deciden hacer lo mismo cuiden que el código postal corresponda a la zona de la dirección que escriben, pues si no el sistema lo identifica.

Quien haya leído antes lo que escribo, sabe ya que amo los gatos, pero para quien no lo sepa o no le agraden estos bichos, el día de mañana incluiré otro post hablando un poco de lo que sus gatos significaban para Carlos Monsiváis, que es la razón por la que creo que, independientemente de si me gustan los gatos o no, los amigos de Monsi tiene derecho a no tener que irse junto con él.

20100514

Subversivos

Para hoy ya es mundialmente conocido: Loukanikos (Chorizo, en español. Algunos erróneamente lo llaman Kanellos) el perro que desde 2008 aparece en muchas de las violentas protestas callejeras en Grecia.



Esta es quizá la foto más famosa, porque fue portada en la revista The Economist, pero a mí me gusta más esta otra.



“Éntrenle, pa’ todos tengo.”


A este perrito siempre se le ha visto luchando del lado de los manifestantes, nunca del de la policía, y dado que es callejero, no hay la posibilidad de que sea su dueño quien lo lleva ni de que vaya a las protestas solo porque le guste el argüende, además de que no huye cuando las cosas se ponen peligrosas: No le teme ni a los gases lacrimógenos, ni a los chorros de agua que la fuerza antimotines usa para dispersar manifestantes, ni a la lluvia de piedras, ni a las bombas molotov, ni a nada.


Por todo esto, Chorizo se ha ganado a pulso el apodo del “perro rebelde”, tiene dos o tres perfiles en Facebook, y ha sido la nota en periódicos a lo largo y ancho del orbe.

Mientras tanto, del otro lado del mundo, dos gatos holgazanes, reaccionarios y absolutamente burgueses, dormitan toda la mañana, tarde y gran parte de la noche, instalados en la pachorrez historica y mostrando un profundo desdén hacia los movimientos sociales. A pesar de que Trying, pero sobre todo yo, tenemos un perfil definitivamente de izquierda, a pesar de la influencia socialista que se supone representamos, a pesar de que Moshki se crió bajo la sombra de “El Manifiesto del Partido Comunista” (su casita de cuando bebe estaba debajo de la repisa donde guardamos ese libro) y que Ramona fue bautizada en honor a una luchadora social indígena, estos  dos huevones, en vez de ser el ejemplo para millones de mascotas sometidas, son solo son un par de indolentes clasemedieros, cuyas únicas preocupaciones son tener su plato lleno, la arena limpia y la cama libre de estorbos para poderse extender a sus anchas. ¡Una vergüenza!

¡Pero eso tiene que cambiar!. Chorizo nos ha marcado la pauta y no podemos quedarnos a la zaga. Hemos hablado muy seriamente con ellos y los convencimos de cambiar su actitud. Es un orgullo para mí presentar a las dos nuevas estrellas de la rebelión, paladines en lucha contra del estatismo, las minorías abusivas que manosean la economía, la globalización y todas esas virulencias que rapiñan el planeta:


La Comandanta Ramona.


Y el Sub Comandante Moshki


Si algún día Chorizo es arrestado, nadie se asuste, ya hay quien lo defienda.

20100309

Se buscan retadores

El sábado estábamos instalados en la flojera mas total y de repente se acerca Moshki, le acaricio la espalda y ¡Zaz!, que me responde con un siseo y huye enojadísimo. Nos espantamos. La ultima vez que tuvo esta reacción se había lastimado la columna al chocar con una pared. Lo revisé y parecía estar bien. Decidimos no alarmarnos y seguir con lo que estábamos haciendo: Absolutamente nada. La mañana del domingo todo normal hasta que el gato se subió a la cama, lo acaricie en la cabeza y Zaz! Otra vez un siseo y a correr. Trying lo cargó, lo reviso de nuevo y encontró en su barbilla una protuberancia que creímos era el piquete de algún bicho. En fin de semana el único lugar a donde podemos llevarlo es el Hospital de Emergencias para mascotas. La ultima vez que lo llevamos ahí, nos cobraron 120 dólares por tratarle una sospechosa y enorme inflamación en su labio, que al final resulto ser un simple barro, con lo que Moshki impuso un record en el Libro Guiness: La espinilla mas cara del mundo. Además del precio, en ese lugar no le tuvieron la paciencia que hay que tenerle al león en que se convierte Moshki cuando esta frente a una bata blanca. Decidimos esperar al lunes para llevarlo a la clínica del Doctor de Gatos, con la Doctora Mágica con la que el león se comporto como el tierno gatito que no es.

Nos devanamos los sesos pensando que podría estarle pasando. ¿En verdad lo picaría un bicho y por la hinchazón le dolía todo el lomo? ¿Habría chocado en sus rondas por el tejado sin que nos diéramos cuenta? ¿Estaría enfermo del estomago? ¿Tendría solamente otro barro? Trying, cuando a alguien le duele algo sin razón siempre llega a la misma conclusión: “Es cáncer”, y hacer que le regrese la tranquilidad es un triunfo. Mientras tanto, Moshki se paso toda la mañana y tarde debajo de la cama con cara de pocos amigos, aunque por la noche lo vimos un poco mejor.

La tarde de ayer, en la clinica, y empezamos con malas noticias: Gerdie, la gatita de 19 años que vivía en la clínica murió en febrero. Conteniendo las lagrimas, Isabelle nos explicó que a finales de enero, Gerdie empezó a sangrar por la nariz y oídos tras la detección de un abultamiento en su cabeza que resulto ser cáncer. Su avanzada edad ya no le permitió recuperarse.


Nos dieron este obituario que incluye un poema y una despedida de parte de todo el equipo del hospital: “Until we meet again sweet Gerdie”


Tras esta, más malas noticias: La Encantadora de Gatos, la única veterinaria que ha podido controlar a Moshki no estaba y en su lugar lo atendió otra que, pese a su empeño, salió rasguñada en un brazo apenas iniciado el primer round. Haciendo acopio de paciencia, regreso al ring armada con una toalla, envolvió a Moshki y se lo llevo a la sala de consulta trasera, donde los clientes no ven como usando técnicas y equipo medieval, los veterinarios someten hasta el gato más salvaje. Minutos después regreso derrotada: “Yo soy experta en gatos agresivos, pero Moshki es el gato más veloz que haya visto y no pudimos controlarlo. Tuvimos que meterlo en una caja transparente para auscultarlo, pero golpea la caja y no podemos. Vengo a pedirles permiso para sedarlo”. Concedido el permiso, se fue y regreso a la media hora. El diagnostico fue que Moshki tiene gases. Si, gases. Según nos cuenta la doctora, los Manx (Moshki es un gato Manx, de esos que no tienen cola) sufren problemas intestinales por la falta de las vértebras finales de la columna y es hasta cierto punto normal que un día dejen de evacuar con los resultados que pudimos ver. La receta fueron unos polvos laxantes, una pomada para la infección en su mandíbula –que finalmente era una herida y no un barro- y un antibiótico en suspensión que según se nos dijo sabe a diablos, pero le ayudara con los cólicos. También le sacaron una muestra de sangre, para descartar alguna infección en otro órgano.



Nunca en la vida me han recetado tanta medicina en una sola visita y ningún medico me ha aguantado mis berrinches durante la consulta (y eso que jamás he intentado morderlos) Definitivo, en Estados Unidos los animales reciben mejor atención que los humanos.


Moshki llegó a casa conciente y bien, aun cuando la doctora nos dijo que pasaría mínimo dos horas noqueado por el sedante, y no solo se le ve mejor, sino que además se ha dado el lujo de enojarse conmigo y me ignora. Lamento decirte, gatito, que mañana que empiece a darte tus tres medicamentos, vas a odiarme más. =P

Por si fuera poco, el gato se dio tiempo para imponer otra marca en el Libro Guiness:



309 dólares por un pedo atorado, sin discusión el pedo más caro del mundo. ¿Quien se atreve a desafiar al campeón?
 

20091230

La Princesa y El Mendigo


Esta vida es cruel.


A unos les destina una serie de lujos y comodidades, como a esta distinguida señorita que, por provenir de noble cuna, duerme entre almohadones y delicadas mantas de seda.





Mientras que a otros los orilla a una serie de privaciones y miserias, como a este infeliz menesteroso, condenado por las circunstancias a padecer las asperezas del piso vil, todo por haberse criado en el arroyo.




Dos destinos diametralmente opuestos a pesar de estar a tan solo unos metros de distancia.



La vida es muy cruel.

20091213

Una manita de gato

Muchos aquí ya saben que tengo dos gatos: Moshki y Ramona, pero he tenido gatos desde hace mucho tiempo. Me gustan mucho los gatos. No tengo nada en contra de los perros, de hecho me gustan también, pero esto de tener viviendo en tu casa un animal es, creo, como buscar algo que sabes que ninguna persona podrá llenar. Quizá no es esa la razón, tal vez ni siquiera existe una razón, pero el caso es que me gustan los gatos, aunque sean, holgazanes, caprichosos, egoístas, envidiosos y no sirvan absolutamente para nada, ni se pueda esperar nada de ellos en pago por la casa, comida y cuidados que se les da. Es mas, pienso que es precisamente por eso que me gustan: Porque se parecen muchísimo a mí.

Nuestros gatos, dentro de lo que cabe viven bien, ellos -y acepto que también nosotros- serian felices con una casa más grande, con jardín a donde pudieran pastar (si, como las vacas) libres y seguros y dormir a pata suelta bajo el sol en las mañanas frías de invierno o bajo la sombra de un arbusto en las calurosas tardes de verano. Por ahora tienen que conformarse con el balconcito, el techo, una parte de la cama y las cortas salidas al patio comunal del condominio.

No se que maña tienen de andar comiendo pasto, pero es así como empiezan su ritual en el patio los fines de semana. Después olisquean cada rincón en busca de algo nuevo y luego se tiran en el piso a hacer lo que mejor saben hacer: Absolutamente nada. Yo salgo con ellos a leer el periódico o a vagar por la red (algunas entradas las he escrito justo ahí donde Moshki esta acostado) Si nadie los molesta, se meten solos una hora después.

Estos gatos son parte de mi familia y, como tales, tienen casi los mismos derechos que todos los demás en casa, pueden andar donde les plazca, pueden entrar y salir por la puertita que le instalamos al ventanal corredizo y si no van mas allá del techo es porque no quieren; pueden dormir donde se les antoje, y aunque no les prohibimos afilarse las uñas en la alfombra o en los sillones, buscamos la manera de que este instinto fuese lo menos dañino posible para el mobiliario. Probamos con varios métodos, pero el que funcionó fantásticamente fue este tapete de yute, que destrozan a conciencia. Lo cambiamos cada que su aspecto da pena –dura de seis a ocho meses- y ello nos ha evitado que los sillones terminen hechos astillas.

Como este lleva cerca de tres meses recibiendo las caricias de Moshki y Ramona ya no se ve muy saludable. Ramona a veces insiste en utilizar los cojines de la sala o el bode del colchón, pero definitivamente prefiere las esquinas del felpudo.


Destaco el tema de sus uñas inquietas porque leí en el periódico hace unas semanas que en el condado de los Angeles se acaba de aprobar una ley que prohíbe a los veterinarios la practica de la oniquectomía o desungulación, que no es otra cosa que la amputación de las uñas a los gatos. Dueños de gatos que quieren evitar que sus animales dañen sus muebles y alfombras al afilarse aconsejados por sus veterinarios deciden eliminar las uñas de las patas delanteras. Lo que no se les dice es que durante la “extracción” de la uña no solo se retira esta, sino también parte de los dedos. Básicamente así:

Gráfica de Los Angeles Times. La traducción es mía.


Lo que traducido en anatomía humana seria el equivalente de hacer esto:


¿Dolerá?, Dice la Asociación de Medicina Veterinaria de California que no, y se ha lanzado a combatir la aprobación de esta ley. Argumentan que sus clientes tienen derecho de decidir si someten a su mascota a este procedimiento con la certeza de que con las nuevas técnicas quirúrgicas y de tratamiento post operatorio, es una solución viable para evitar las molestias de tener un “gato destructivo” Me pregunto si estos veterinarios estarían de acuerdo en amputarle las puntas de los dedos a uno de sus hijos si fuera demasiado “destructivo”.

No voy a abundar sobre las complicaciones de la oniquectomía que son muchas, creo que la ilustración de la mano humana habla por si sola, pero si voy a decir que cuando íbamos a adoptar a Ramona, nos encontramos dos casos de gatitas a las que se les practicó esta operación y fueron abandonadas por sus dueños debido a que a partir de entonces se negaron a usar su caja de arena debido al dolor que les producía enterrar sus heces, prefiriendo hacer sus necesidades en el suelo.

"Yo propongo que a esos veterinarios les cortemos los.... "

En la cuidad donde vivimos aún no se ha discutido esta ley y estoy considerando la posibilidad de proponerle a Trying enviarle al alcalde una carta pidiéndole nos sumemos a esas siete ciudades que la han aprobado, ya que el Gobernator no se ha decidido a tomar cartas en el asunto. Si lo hacemos tendré noticias.

20091201

Estamos listos

Pasan cosas terribles en el mundo y a veces es imposible dejar de sentirse culpables por disfrutar de las diminutas cosas que ocurren en nuestra vida. Pero somos humanos y hay esperanza mientras podamos reír de vez en cuando, porque dejar de hacerlo no hará que se enderece el mundo, pero si hará que nos parezca aún mas retorcido.

Por eso hoy que inicia diciembre desde aquí decimos:


¡Que venga la Navidad!

20091115

Paranormal Activity



Por fin fuimos a ver “Paranormal Activity”. Según mi gusto, la película no responde al escándalo mediático que se le armó, no es tan espeluznante, de hecho, a mi me pareció aburrida. Mi recomendación para quien quiera verla es que la vea en su casa, de noche y a solas, tal vez asi resulte mas impactante.

Además, acá nosotros estamos familiarizados ya con actividades extrañas, ruidos y objetos que se mueven mientras dormimos.

Una pila de revistas y libros que ruedan por el suelo con gran estruendo. Botes de basura tirados y su contenido regado por el suelo, Tapetes de cama y de baño que son arrojados con violencia, toallas derribadas de su perchero sin explicación, rollos de papel higiénico que amanecen destrozados, es la constante los sábados y domingos que nos levantamos tarde