20100221

Cuervos

En las mañanas, cuando ya casi nos vamos a trabajar, una docena de cuervos –a veces dos- se posan en los cables de luz que corren en el callejón detrás de la casa y nos despiden con su escandalera. Siempre he querido tomarles foto pero entre las prisas porque ya es hora de irse, lo lejano de los postes de luz y lo mucho que se mueven no he podido. Los cuervos son inteligentes, desconfiados, gruñones y no les gusta la cercanía de los extraños: Cuando el intruso es más grande que ellos (como por ejemplo una persona apuntándoles con una cámara) se alejan deprisa, pero cuando es más pequeño, lo acosan hasta hacerlo huir. Los he visto perseguir halcones en grupos de tres o cuatro, los picotean durante el vuelo hasta que la rapaz se retira. También persiguen gatos: Hace como tres meses sorprendí a dos de ellos lanzándose en picada sobre Willie quien asustado que terminó perdiéndose en el callejón. No sé si Moshki ha sufrido sus embates, me imagino que por su tamaño los cuervos no se le acercan. Ramona sale poco al techo así que ella esta a salvo.


Estos no son los que se posan detrás de la casa, estos estaban junto al camino, una tarde rosa que regresaba de trabajar.

Me gustan los cuervos. Su plumaje brillante, su vuelo franco, el contraste de sus siluetas oscuras contra cielo eternamente azul de California es una de las cosas lindas que tiene este lugar.

Pero encontrarse un parvada de sombras frente a tu ventana también tiene un lado obscuro: Trying me escribió una vez un hermoso pero triste mail donde me decía que sus malos recuerdos se convertían en pájaros negros que se asomaban todas las mañanas a su ventana; en ese entonces yo pensé que hablaba en sentido figurado, pero al llegar aquí descubrí que sus terrores eran reales. Los cuervos solo están ahí observando, como si esperaran o supieran algo. Como si vinieran por ti.

“Nunca Más”.

Esta semana que mi horario de trabajo se recorrió una hora, el camino que antes andaba con luz de día ahora lo ando con un sol que apenas se despereza. Y el trayecto me ha reservado algunas sorpresas: en el sitio donde siempre me encuentro una o dos aves, esta semana hallé esto:

Estaban lejos, aún era de noche y la avenida ya estaba pobladas de coches. ¿Se escuchan sus graznidos?

Los cuervos pueden ser una fiesta o una pesadilla, depende del ánimo de quien los mira.

¿Tú que ves?

16 comentarios:

Implicada dijo...

La foto con neblina tiene ambiente de cuento de Poe.
Me gusta ver los pájaros en parvada sean del tipo que sea. Rumbo al trabajo hay un árbol lleno de pájaros negros, muy ruidosos, no sé si sean cuervos, y desde casa se ve una árbol lleno de garzas pequeñas que emigran.

Me gusta ver el plumaje azul-negro-morado-brillante de los cuervos.

Hoy no me dan miedo.

Ministry of Silly Walks dijo...

Siempre he querido tomar un video de pájaros volando con su escandalera. Me gustó una parte del video donde se escuchan más fuerte.
Me gusta el aleteo. Me hace pensar en cientos de fenómenos causados a partir del aleteo de sus alas.

todavia dijo...

Implicada:

En el pueblo de mi papa habia un montón de urracas y en las tardes armaban una griteria que ensordecia la placita del kiosko. Yo creo que desde ahi me gustan las aves.

Los cuervos son grandes, casi del tamaño de un gato. Si son de este tamaño, seguro son cuervos =)

todavia dijo...

Minitry:

De lunes ajueves estaban posados haciendo su escandalera justo arriba de donde siempre me agarra el alto. Pero el viernes que me decidí a llevar la cámara, los canijos se fueron a la calle de junto, si no en vez de escucharse los autos pasar, solo se habría oido la gritería

Bek dijo...

Pues a mi si me dan miedo, yo hubiera visto eso y me meto volada de nuevo al apartamento! Me recordó a esa película de los anos 70´s donde llegaban parvadas a matar una población. Nunca me han gustado los cuervos, o nunca he podido apreciar su belleza mejor dicho. Me dan miedo, sus ojos oscuros, su graznido, sus picos fuertes. Me hacen sentir incómoda, me pregunto qué querrá decir eso?

Anónimo dijo...

Nunca relacioné los cuervos con su mala fama literaria (el cuervo Never More y lo demás). Me gustan. El negro iridiscente de sus plumas me parece elegante discreto al lado del plumaje carnavalesco de otras aves.

En la aldea de mis abuelos eran los grandes enemigos del maíz y más de una vez ayudé a fabricar espantapájaros supuestamente horripilantes... Era genail ver como, al día siguiente, los cuervos lo habían convertido en aliado y se le posaban en el sombrero.

Graba más secuencias de tu trayecto casi nocturno. Es preciosa.

todavia dijo...

Bere:

Si si, parece una escena de "Los Pajaros" de Hitchcock. Cuando la vi tenia como 9 años y me acuerdo que me dio harto miedo.

todavia dijo...

Bichito:

Voy a regresar con la cámara, a ver si se reunen justo encima de donde paso. Sería mucho mejor si en vez de motores se olleran sus graznidos.

Pao D dijo...

A mí no me causan ningún conflicto estas aves. De hecho, estos cuervos son mis favoritos: http://www.youtube.com/watch?v=gxOQ3XeHMrc

Saludos!

la MaLquEridA dijo...

Bellas fotos.

Yo veo una fiesta de pa
ájaros hermosos que apenas y se alcanzan a distinguir pero supongo que es porque estoy de buen humor, si fuera lo contrario no quiero imaginar que nefasto pensamientos vendrían a mi mente.


Besos Arañita.

todavia dijo...

D:

"Mira José! que chapulinzote!!!!"

jajajajajaja


A lo mejor, si ponemos atención al graznido de los cuervos del video, en realidad estan cantando:


Cuaaaaaaaaaando
salí de la Habana,
valgame Dioooooooooos


XD

todavia dijo...

MalquE:

Si, yo tambien creo que es una fiesta.

Habian de invitarnos ¿No?

D. dijo...

Hola Mactans:
Puedes creer que iba a decirte el primer párrafo de Implicada?
Luego recordé a mi padre, cuando vivía en las Sierras de Córdoba y tenía por costumbre, todas las mañanas, cubrir con semillas las torrezuelas de los pórticos de su casa. Se llenaba de cuervos negros y lustrosos. Nunca peleaban por las semillas, como uno podría suponer. Ordenados, callados, comían y mi padre -y cuando estaba con él, yo también- los mirába/mos desde dentro tras el ventanal. A uno en particular le faltaba una pata, y jugábamos a descubrirlo entre la montonera, pues siempre estaba.
Sabían el horario del "desayuno" y para mí era una fiesta verlos.
No me gustan los pájaros enjaulados, o dentro de un lugar cerrado.
Gracias amigo por el regalo del post, y del recuerdo.

Albert Tortajada dijo...

Me gustan los cuervos. Si tuviera tiempo, tendria uno amaestrado.
Una de mis películas favoritas es "The Crow".
Aqui, en Galicia traen buen augurio si aparecen a tu izquierda y malo si aparecen por tu derecha.
A mi me reconfortan, vengan de donde vengan. Son señal de que no hay peligro.

todavia dijo...

Pues entonces quedaremos tablas, porque aqui los cuervos se te aparecen por todos lados.

Sé que los cuervos pueden hablar, pero nunca he visto uno que lo haga, me encantaria verlo.

todavia dijo...

Crónicas:


Tu deberias escribir sobre ese recuerdo. Ese tipo de cosas hermosas las debemos rescatar del anonimato y el olvido.