"¿Quien engañó a Jesse Jackson?" ó "Happy, but not so Lucky" ó "Machetazo a caballo de espadas"

Hoy, al salir de trabajar, en vez de regresar directamente a casa tuve que ir al banco y ya que iba para allá, pensé que seria buena idea pasar al supermercado de junto a comprar sodas. Mientras encadenaba mi bicicleta, un hombre negro que estaba de pie en le acera, un poco mas adelante, me miro; por su actitud pensé que se me acercaría a pedirme dinero, pero no lo hizo, solo me miro de nuevo y volteo a otro lugar. Mientras esperaba en la fila del cajero, pensé: "Ese hombre me da mala espina, lo mejor seria no entrar a la tienda e irme a casa". Pero segundos después me avergoncé de mi: "Estoy prejuzgando a una persona por su color de piel y por su apariencia humilde". Así que sacudí la cabeza para deshacerme de todos mis estereotipos y al salir del banco me dirigí a la tienda. Cuando me alejaba, note la mirada del hombre tras de mí. Volví a sacudir la cabeza y apresure el paso para no estar pensando pendejadas. Compre dos cajas de latas de soda y para cuando salí de la tienda, el hombre se había marchado. Me acerque a la bici y al intentar colocar las cajas en el portabultos trasero me di cuenta que este ya no estaba, alguien lo había robado.

Un portabultos de aluminio, con un broche de cierre rápido fácilmente desmontable del poste del asiento.

Hace unas semanas fuimos a ver la cinta “Happy Go Lucky”. Al inicio, Poppy, la protagonista, deja su bicicleta encadenada mientras visita una librería y al regresar solo encuentra la cadena. “No tuve tiempo ni de despedirme” dice y da vuelta a la pagina sin darle oportunidad a la rabia de siquiera aparecer.

Fue esta escena la primer cosa que llego a mi mente cuando ya no encontré mi portabultos en su sitio. Para que sufrir. Zambutí como pude una de las cajas en la mochila, colgué la otra de mi mano izquierda que apoye al mismo tiempo en el manubrio y regrese a casa.

Conclusiones:

Ignoro si realmente fue el negro quien me robó. Me gustaría pensar que no, pero sospecho tristemente que así fue y que terminará malbaratandolo por 5 dólares que bien pude darle si me los hubiera pedido. Pero tener razón no me disculpa, aun siento vergüenza por descubrir que muy a mi pesar de repente se me cuela algún prejuicio.

Cuando la vi, aunque me gusto mucho, no pude terminar de decidirme sobre si "Happy Go Lucky" fue una buena cinta o no; pero hoy que fue lo primero que acudió a mi memoria tras el robo, no puedo sino recomendarla. Me transformo en risa el coraje.

Ya mande pedir un portabultos nuevo. Esta vez me fije que se sujetara con tornillos en vez de cierres: Aquí no parece haber mucha diferencia con el DF en cuestión de robos, mas vale prevenir.

Y luego la gente me dice en tono de broma cuando descubren que vengo de la Cuidad de Mexico “¿De chilangolandia? Aguas con las carteras!”