Black Friday strikes again

Me entere apenas en las noticias de hoy que el Viernes Negro pasado, la muerte de un empleado de Walmart no fue la única desgracia provocada por la estúpida avalancha de consumidores que produce la publicidad de la temporada navideña en EU. En una cuidad al este de los Ángeles, dos hombres se liaron a balazos en una juguetería, ambos hombres murieron. Según testigos, la balacera se origino por una discusión que termino a golpes entre las esposas de los dos hombres, quienes desenfundaron sus armas y abrieron fuego en los pasillos de la atestada tienda. La policía no encontró vínculos entre las familias involucradas, así que sospecha que el origen del pleito ocurrió mientras compraban.

Tengo que aclarar que no me molesta el asunto de las compras navideñas, de hecho nosotros ya fuimos a comprar los regalos que la crisis nos permitirá dar este año, pero fuimos un sábado en la tarde, sin problemas de estacionamiento, sin empujones ni pleitos, sin largas filas a deshoras para entrar a un almacén y sin necesidad de aplastar o balacear a nadie.

No quiero hablar mal de Estados Unidos – y en verdad me muero de ganas - porque se que en todos los países, incluido México, ocurren situaciones idiotas que tienen que ver con la idiosincrasia de cada nación y que tristemente le cuestan la vida a personas (de hecho, los dos involucrados eran de origen latino); pero no puedo evitar apuntar a lo que dijo en entrevista un asambleísta de la ciudad donde ocurrió la balacera: “¿Quién lleva armas cargadas a una juguetería?” Para responderle: Un estadounidense.