Merodeador

Desde que inicio la crisis económica, la policía local ha reportado un repunte en los robos a casa habitación. Los ladrones vigilan las casas y, a la hora en que las personas están ausentes, se introducen en la vivienda forzando una ventana o puerta; algunos incluso han llegado al extremo de llevar a cabo sus robos con todo y ocupantes en casa: aprovechándose de la costumbre que aquí tienen de dejar puertas y ventanas sin seguro, se irrumpen en el domicilio, toman los objetos que les quedan a la mano y huyen. La policía, temiendo que esta audacia desencadene en un hecho violento ha emitido la recomendación de asegurar puertas y ventanas y, en caso de ser victima de una invasión, no hacerle frente al intruso, permitirle huir y notificar al 911 terminado el hecho.

Desde luego hemos tomado en serio esta alerta procurando siempre tener las puertas cerradas, aunque por la disposición del apartamento, en el interior de un complejo en condominio y en segundo nivel, nunca he pensado seriamente que podríamos ser blanco de una intromisión. Sin embargo, hace unos días sorprendí in fraganti a un merodeador mientras trepaba al techo y se introducía sigilosamente hasta nuestro balcón. Aprovechando su descuido, producto de la certeza de que nadie lo veía, pude sacarle una foto mientras husmeaba entre nuestras pertenencias.

“Willie” antes “Ramón”, husmeando en las macetas del bacón. Pensamos nombrarlo Ramón por el parecido con Ramona, nuestra gata, pero lo cambiamos para evitar confusiones.

Al tomar la foto se supo descubierto y emprendió la retirada. Yo sabia que no había logrado fotografiar su rostro, así que corrí para intentarlo otra vez. Lo alcance justo en el momento que él, sobre el techo, volteaba a mirarme antes de desparecer brincando la barda del fondo.

No sabemos si es gato o gata, ni si es callejero o tiene dueños. Yo sospecho que es macho y que tiene dueño, aunque no tiene collar. ¿Que piensan?

Sus visitas se han venido repitiendo y, cada vez con mas confianza de su parte ya no se espantaba si veia a alguno de nosotros en casa. Pero hace un par de días alguien por fin decidió enfrentarlo:

Moshki, nuestro gato, no le brindo una bienvenida a “Willie”; desoyendo la recomendación oficial lo amenazo hasta conseguir que huyera. Nótese el drama que pudimos presenciar, con pelos erizados y toda la parafernalia de rigor. Una actuación que haría palidecer a cualquiera de las acartonadas estrellitas del teledrama de las 6 PM.

A pesar del rechazo, el gatito ha estado asomándose al patio del complejo, pero manteniéndose a distancia para evitar conflictos. Nosotros hemos evitado el contacto porque el gato es lindo pero ya no tenemos espacio para adoptar otro más. Con perseverancia y un poco de suerte quizá este par terminen siendo amigos. Seguiremos informando.