Para mí, este lugar solo tiene un gran defecto: Todo esta en ingles. Aunque soy capaz de entender lo que leo en este idioma, soy incapaz de disfrutarlo como disfrutaría haciéndolo en español: descifro el mensaje, pero carezco de las herramientas para gozar de su magia. Con el tiempo tal vez me sea posible leer cosas con mas cuerpo, por ahora me contento con hojear revistas y libros donde hay muchas fotografías y babosear –es la palabra mas adecuada- por la tienda.
Una de mis secciones preferidas es la de niños, no solo porque el ingles de esta sección es el único a mi nivel, sino porque siempre me han gustado los libros para niños. De hecho, algunas de las lecturas que más he disfrutado –aunque he leído muy poco en realidad- han sido cuentos infantiles. Cuando me vine a vivir aquí traje como parte de mi equipaje un par de estos libros, el resto de los que he leido lucha por sobrevivir a mi inhóspita memoria y, para no dejarlos sucumbir ante el olvido, he decidido empezar a recolectarlos aquí.
Las bancas son un poco incomodas por lo pequeñas, pero ya de noche y con menos niños es posible acomodarse a leer. Foto tomada del sitio de Sheri Bell-Rehwoldt
El sábado pasado, mientras repasaba títulos, me encontré uno que ya había leído meses atrás pero después no volví a ver en anaqueles. Y como no quiero que se me vuelva a perder, decidí comprarlo. Y después pensé en compartirlo aquí. Y luego en hablar un poco de los otros que he leído y de los que me vaya encontrando: La idea me entusiasmó y esta entrada es una especie de aviso.
No intento hacer apología ni un anuncio comercial -de hecho, el crecimiento de B&N ha ido acabando con las librerías pequeñas y hay quienes las tachan de monopolio-, lo que quiero aclarar de de donde surgio la idea: De la posibilidad de curiosear libremente entre los libros. Creo que la estrategia de “Pruebe antes de comprar” funciona muy bien y hace de estas librerías un sitio interesante para ir. Mi pareja y yo hemos soñado que si un día regresáramos a México, seria lindo establecer un negocio semejante –habría que resolver la manera de que la clientela mexicana no “perdiera” las publicaciones, pero eso seria parte de la aventura- Creo que en México nos hace falta leer y creo que una manera de fomentar la lectura seria una librería como esta. Lo más probable es que, dada la cantidad de dinero que necesario para un proyecto semejante, jamás podamos cristalizar esta idea, pero su sola concepción me hace feliz. Con eso me basta. Mientras son peras o son manzanas, cada que tenemos tiempo un viernes o sábado en la noche, cuando alguno de los dos pregunta ¿A donde vamos? La respuesta es: A un Magazine Fix.
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