Por fin, después de mucho esperar, este fin de semana tuvimos tiempo de tomar el crucero para ver a las ballenas que regresan de su migración de invierno. El viaje, que dura cerca de 4 horas, se hace en un pequeño yate y cuesta 30 dólares por persona, lo cual no es demasiado caro si se toma en cuenta que una salida al cine, palomitas incluidas, cuesta cerca de 20. El barco navega hasta las islas cercanas, las rodea y regresa a puerto y en su camino se va buscando a las ballenas grises que van rumbo al norte.
El viaje fue hermoso, nos encontramos en el camino a 6 o 7 cetáceos –dos de ellos crías- y aunque obtener fotografías no fue cosa fácil pues las ballenas no están para complacer al turismo, pude regresar a casa con un par de tomas para compartir.
En realidad pudimos verlas solo en pocas ocasiones, lejos y brevemente cuando salían a respirar. Aquí la joroba de una de ellas.

Esta, aunque también lejana, fue la toma más linda, en ella puede verse la cola de uno de los bebés.
Si bien las ballenas no fueron muy cooperativas, tuvimos mas suerte con los delfines: Decenas de ellos pasaron muy cerca, persiguiendo –según nos dijeron- un banco de peces.

También pudimos ver muy de cerca de un grupo de leones marinos que aprovechaban una boya para tomar el sol

Definitivo: “En el mar, la vida es mas sabrosa”
Y uno decidió seguir nuestra travesía un largo tramo, ignoro si nos confundió con un barco pesquero y buscaba comida gratis o si solo despertamos su curiosidad, lo cierto fue que se mantuvo detrás de nosotros un largo trecho hasta que rodeamos las islas.
Nos dijo adiós nadando “de pancita”. No pudimos tener mejor despedida.
Por cierto, las islas son un espectáculo aparte.
“Arch Rock” un peñasco a un costado de Anacapa es, por razones obvias, el símbolo de las Islas ChannelPara dar una idea de los impactantes que son los desfiladeros de Anacapa, quise incluir esta serie de fotos
Este es el desfiladero detrás del faro en el costado oeste de la isla. La punta del faro alcanza a verse en la cima.
Pero si acercamos la toma, hay algo mas...
...Son visitantes recorriendo el islote. Anacapa en este punto tiene cerca de 950 pies (280 metros) sobre el nivel del mar y por su difícil acceso y gran altura es ideal para que gaviotas, pelicanos y otras aves lo utilicen como sitio de crianza. La vista desde arriba es impresionante, pero estando ahí no se tiene conciencia clara de la altura y el riesgo que se corre al asomarse al abismo. Este grupo de turistas, por ejemplo, camina en una zona a donde se supone esta prohibido y, como se puede apreciar, hasta le permiten a un niño aproximarse peligrosamente al borde. El año pasado, antes de iniciar el blog, pudimos visitar la isla de Anacapa. Por ahí tengo guardadas fotos de esa visita y pienso dedicarle una entrada para que nunca se me olvide.
Como dije el viaje fue hermoso, aunque sospecho que no todos llegaron a contar sobre su agradable experiencia en alta mar.

A esta esquina acudían a desahogarse en turnos los viajeros que iban descubriéndose propensos al “Mal de mar”, La bandera norteamericana ondea de forma muy ad-hoc en primer plano.
Terminamos el día con una caminata en la placita que esta en los muelles, comiendo chocolate y escuchando Dixieland, Me es imposible compartir el chocolate vía módem, pero puedo dejar una probadita (apenas 5 segundos) del Jazz estilo Nueva Orleáns por si a alguien se le antojara.
Main Street Jazz Band