Fuimos a ver Last Train Home, un excelente filme chino-canadiense sobre la peregrinación de regreso a casa que cada año nuevo protagonizan 130 millones de chinos de las provincias, que tienen que ir a trabajar a las grandes ciudades porque en el campo se mueren de hambre. Es un documental impresionante donde nos muestran como en este bizarro mundo que hemos creado, la gente tiene que abandonar el paraíso en el que vive para ir a buscar al infierno una forma de sobrevivir, porque el paraíso se ha vuelto un infierno que hace que el infierno parezca un sitio confortable.
Fue curioso cuando encendieron las luces como un centenar de norteamericanos lucían perplejos ante las penurias y trabajos que debe pasar esta gente al otro lado del mundo; parecían no darse cuenta que esta película ocurre a diario frente a su propia casa con los cientos de miles de inmigrantes que recogen la fruta y las verduras que ellos comen.
Esa es la magia del cine: hace que las historias comunes nos parezcan impresionantes.
7 comentarios:
Así son los temas universales, nos tocan a todos desde cualquier lugar.
Espero verla. Sigo tus recomendaciones cinéfilas.
Esas películas chinas son una delicia. He visto tres-cuatro y me impactan. Seguramente veré esta pronto.
Un abrazo Araña.
O confundimos la realidad o la tenemos tan cerca que ya no nos provoca nada.
Quien sabe, estoy en una etapa de muchas dudas, ojala tod@s pudieramos llegar a un estado de verdadera tranquilidad y felicidad, sin tantas experiencias perturbadoras.
Cuídate Araña, que estés muy bien, luego nos leemos.
La voy a esperar para verla, ya me hace falta ponerme chinita de impresiones ante situaciones reales que muchas veces desconocemos, o que olvidas mientras te hundes en la desesperación creyendo que solo a ti te toca pasar momentos difíciles cuando es un hecho que hay quienes sufren más tratando de sobrevivir.
La voy a descargar jaja...
A veces no se sabe si uno vive para trabajar o trabaja para vivir. Pero total, casi siempre es lo primero.
Tu comentario sobre esta película me sonó familiar a la de un chimbotano que tuvo que alejarse de su familia y del paraíso de su puerto en busca de un "futuro mejor".
Un gran abrazo desde Japón.
No creo que llegue esa peli acá, pero bueno creo que ese caso podría aplicarse en tantos lugares de este mismo país.
Ya creo me estoy imaginando las caras, si bueno en verdad ni les ha de pasar por la mente nada de eso.
Los que no estamos en esas condiciones somos afortunados.
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