Disneylandia es grande y por eso a la entrada te dan un plano el cual nos fue muy útil los primeros 5 minutos pues buscábamos desesperadamente un baño, pero después lo guardamos y nos pusimos a caminar a tontas y locas para ver que cosa llamaba nuestra atención. Eran cerca de las 11 am cuando empezamos a caminar. Para no hacer muy tedioso el relato, pondré fotos de un montón de cositas que nos encontramos y una breve –espero- explicación.
La entrada del parque es un enorme patio adoquinado y cada adoquín tiene nombres grabados: Estos adoquines se vendieron en 2005 para celebrar el 50 aniversario del parque, personalizar uno con tu nombre costaba 150 dólares, y como dije el patio es enorme... Esta gente si sabe hacer negocios!
La entrada del parque es un enorme patio adoquinado y cada adoquín tiene nombres grabados: Estos adoquines se vendieron en 2005 para celebrar el 50 aniversario del parque, personalizar uno con tu nombre costaba 150 dólares, y como dije el patio es enorme... Esta gente si sabe hacer negocios!
Eso debimos hacer cuando cambiamos la alfombra de la casa por piso laminado... hasta hubiéramos sacado una lana.
El parque estaba celebrando Halloween, así que todo estaba decorado para la ocasión: Esta calabazota de Mickey adornaba la glorieta de entrada a la calle U.S.A. y la verdad estaba genial, había mucha gente queriéndose tomar foto frente a ella.
Al final de esa misma calle, está la famosa estatua de Walt Disney y Mickey, justo frente al Castillo de la Bella Durmiente. Walt parece estar pidiendo un taxi.
A estas alturas nos moríamos de hambre, y como el objetivo era comer “a lo gringo” nada mas americano que un Corn-Dog (banderilla), papas y una coca.
Mi pareja dice que deberíamos cambiar el letrero del puesto:
Corn-Dog: 5.29
Papas y refresco: 3.70
Cirugía para destaparte las coronarias: No tiene precio.
Corn-Dog: 5.29
Papas y refresco: 3.70
Cirugía para destaparte las coronarias: No tiene precio.
Después de comer, reanudamos la marcha y de pronto un letrero llamó nuestra atención.
Y como cualquier par de nerds que se respete, corrimos a formarnos. El Tour consiste en 5 minutos en un simulador de vuelo bastante realista: la silla se movía y te daba la ilusión de que en verdad tripulabas una nave. Solo permitían tomar fotos en la “sala de abordar” que estaba decorada con figuras animatronicas muy bien logradas.
Aquí tuvimos un avistamiento extraño.
¿Qué hacen dos monjas en la fila del recorrido de Star wars?
Se supone que una de las cosas más emocionantes que un chico puede esperar en Disneylandia es encontrarse a alguno de los personajes Disney recorriendo el parque. Dice mi pareja que Mickey rara vez se deja ver y que cuando lo hace el alboroto de chiquillos es impresionante. A nosotros solo nos toco ver a un viejito con peinado punk que lucia muy desorientado.
Dice mi pareja que el pobre Geppetto mostraba evidentes síntomas de Alzheimer. Yo pienso que estaba borracho.
Unos pasos adelante tuvimos nuestro segundo encuentro misterioso:
¿Habria convencion? ¿Les estaban haciendo descuento?
Ya en serio, que linda botarga. A este tipo de disfraces siempre se les quita el encanto si los ves de cerca, pero este estaba muy lindo en verdad. Me hubiera gustado ver el de Mickey Mouse.
Unos pasos adelante tuvimos nuestro segundo encuentro misterioso:
Una de las cosas que hace diferente a Disneylandia de los demas parques de diversiones es que a los niños, pero sobre todo a las niñas –y a algunos papas- les encanta acudir disfrazados. Y muchos de los disfraces que llevan son muy buenos, habia gente disfrazada de cuanto personaje Disney existe. Me habria encantado tomar muchas fotos de eso, pero fotografiar niños es riesgoso porque mucha gente de inmediato piensa que se trata de pederastas. Alcance a captar a dos de las princesitas que recorrian el parque.
Se me escaparon un papá que iba con su hijo, ambos disfrazados de Peter pan y un hombre con un aspecto de pandillero de película, que llevaba una camiseta como esta:
Después, pensando que nos metíamos al juego de Alicia en el País de las Maravillas, entramos a al Viaje Salvaje del Sr Sapo, que –luego me entere- es una de las pocas atracciones que sobreviven del parque original de 1950. Mr. Toad’s Wild Ride es la versión Disney del cuento ingles El viento en los Sauces. Consiste en un carrito loco que te lleva por una casa obscura llena de explosiones, algo parecido a una casa de los sustos pero sin espantos ni mounstruos.
No se ve muy bien pero es que estaba oscuro. Los jalones que daba el carrito al dar la vuelta lo hacian divertido. Lo unico malo es que duraba un suspiro.
Terminado el recorrido, nos topamos con otra tiendita de recuerdos y salimos algo que era casi OBLIGATORIO traernos a casa
Lo mejor es que puedes ordenar que a la gorrita le borden tu nombre detrás.
Seguimos caminando y nos encontramos con un enorme barco que daba un pequeño tour en un laguito artificial. El barco es una replica de uno famoso que existió en el siglo XVIII y esta muy lindo, pero lo mejor es lago por el que navega, porque aunque es no es muy grande, a veces parece que estas recorriendo un rio real.
Ni el ruido del parque se escucha
En algún lugar del islote al que el barco circunda se puede abordar una canoa donde personal del parque enseña a los visitantes a remar como lo hacian los nativos norteamericanos. Nos habria encantado intentarlo pero el tiempo se acababa.
Yo conozco un remero que le daria cátedra a esos dos instructores con una mano amarrada a la espalda...
Al bajar del Columbia (asi se llama el barcote) nos hallamos la “Tierra de las Fronteras”, que es una seccion dedicada a las culturas “del resto” de America. Y el primer pabellón que encontramos fue el Mexicano:
Que lindo ver un arco floral de una trajinera en pleno Disney.
Y una ofrenda de muertos, sencilla pero muy bien echa conforme a la tradición Hasta tenia calaveritas de azucar... snif snif...
Compramos un jugo de naranja y comenzamos a buscar la salida cuando de pronto:
¡Mas monjas!, Definitivamente el cielo ha de ser un lugar muy aburrido pues las monjas prefieren irse a Disneylandia.
Ya que las monjas son tan buenas clientes, tengo una propuesta para una nueva sección en el parque especialmente diseñada para ellas:
Y como todo lo que empieza tiene que acabar, a nosotros se nos acabo el tiempo y teniamos que regresar a tomar el tren.
Y yo creo que por andar haciendo bromas a costa de las monjas, de allá arriba nos castigaron con nuestro transporte. Cuando llegamos a la estación, se nos dijo que el tren venia con retraso y tuvimos que abordar uno al Union Station de Los Ángeles para tomarlo desde ahí. Llegamos alla a las 7 pm y el letrero anunciaba que tendríamos que esperar 15 minutos a que llegara nuestro tren.
Pero despues cambiaron el horario y decia que el tren llegaria a las 7:30
Pero dieron las 7:45 y no llegaba... y de repente el letro cambió:
Con la evidente molestia de algunos pasajeros. A las 8:30 el letro otra vez un cambio:
Y la ventanilla del boletos se lleno de reclamos y exigencias de reembolso. Pero a los que no teniamos otra manera de regresar a casa no nos quedó más remedio que esperar.
A las 9:15... sorpresa:
Los pasajeros estaban sentados en el piso, resignados. Mi pareja y yo ya nomás nos reíamos..
Y faltando 6 para las 10, de nuevo: