Anduvimos, como el año pasado , en el Festival de la Salsa. Que hayamos regresado (cosa que no pasará con el Festival de las Fresas, puedo asegurarlo) significa que nos divertimos la primera vez.
Las fiestas aquí, La Feria del Condado, el Desfile Viva Fiesta!, el Festival de las Fresas, el Multicultural, el 16 de septiembre, el 4 de julio, etc., son muy parecidos: los mismos puestos de comida, los mismos souvenirs, a veces tocan hasta los mismos grupos musicales. Si fuiste a uno has ido a todos. Pero este en particular me gusta porque la música, que es la escencia de la fiesta, transforma a la gente.
Y su felicidad se contagia.
La música a cargo de Son Mayor, un grupo de puertorriqueños que tocan muy bien
Pero, bueno... no todos se contagian...
Los que se aburren pueden acudir a esta tienda y canjear su aburrimiento por una enchilada marca diablo.
Un lugar como este es el sitio mas equivocado para alguien como yo, por eso el año pasado no entramos, pero esta vez Trying vino con espíritu aventurero y quiso probar. A la entrada te venden el paquete de acceso:
Una charola de cartón, una bolsa de frituras de maíz y diez boletos. Los boletos se intercambian por un vaso de las salsa de los expositores particpantes.
Chumichurri
Salsa de girasol. (dijo Trying que no estaba muy buena)
Salsa de mango... A pesar de lo agringadas que parecen algunas, todas eran picantes, así que yo solo miré.
Estas otras –sobre todo la de habanero- lucían mucho más temibles.
Esta salsa martajada fue, según Trying, la indiscutible ganadora.
El asunto del concurso de salsas es el “big deal” en la ciudad, los restaurantes pelean ferozmente el titulo y luego andan presumiendo sus preseas con mucha pompa. Sin embargo los que pagan los platos rotos del concurso son los comensales:
Trying terminó enchilada antes de que se acabaran sus boletos. Y no fue la única porque vimos gente regalando algunos boletos sobrantes.
Creo que los gringos de este lado del país deberían pensarlo dos veces antes de quejarse en el periódico sobre la “invasión latina” que padecen: Es gracias a nosotros que sus desabridos festivales tienen un poco de color y de sabor. De no ser por nosotros, todos tendrían la misma cara larga que la muchachita de la gorra rosa de fotos más arriba.