Una de las razones por las que me alejé de aquí es porque no sabia que
decir respecto a ti y creía que era necesario hacerlo. Escribir sobre ti.
Mi lógica era simple: ¿Con qué cara voy a seguir escribiendo de gatos, de
soles, de notas de periódico, de un intrascendente paseo a la playa y hacer
como si no hubiera pasado nada?
Pero no he sabido que decir, como decirlo y me daba por vencido. Y así
pasaron meses en silencio.
Hoy me di cuenta de algo: no necesito
escribir de ti. Hablar de ti, de lo mucho que me importas, de cuanto te
quiero y de lo que nos pasó, no seria hablar de ti, sino de mí.
Tuve tiempo de sobra para decirte lo que quería, para mostrarte que mis
acciones correspondían con aquello que te dije. Venir a decirlo aquí y ahora
sería mero protagonismo de mi parte.
Espero haber sido claro en su momento. No puedo saberlo, esa parte te
corresponde, pero me siento en paz. Si tú tienes razón, es probable que más
adelante tengamos la oportunidad de hablar al respecto. Ya me dirás si estuve bien o me equivoqué. Ya me
dirás si lo que dije e hice fue suficiente para mostrar lo que eres, lo que
significas.
:-:
Si alguien me preguntara que es lo que tú esperas de mí, respondería sin titubear que esperas que yo sea yo y que lograrlo será la mayor satisfacción que puedo darte. Por eso seguiré escribiendo de gatos y de soles, de notas de periodico y de intrascendentres viajes a la playa: Porque eso es lo que soy. Y seguir siendo como soy es la forma mas sincera que encuentro para hablar de ti.
No voy a decepcionarte.